Todos los seres humanos cuentan con dos riñones del tamaño de su puño; estos están ubicados en la mitad de la espalda justo abajo de las costillas. Cada uno de estos órganos está compuesto por un millón de estructuras pequeñas llamadas nefrones; estos se encargan de filtrar los desechos y el agua presente en la sangre por medio de la orina, según explica el portal de salud y medicina Medlineplus.

La mayoría de las enfermedades renales atacan a los nefrones. Según menciona el medio “este daño causa que estos órganos no puedan eliminar los desechos. Las causas incluyen problemas genéticos, lesiones o medicamentos”. Las personas que padecen de diabetes, presión alta o un familiar cercano sufre de alguna enfermedad con los riñones tienen más riesgo de desencadenar una patología relacionada con estos órganos.

Cuando un paciente padece de una insuficiencia renal, estos órganos pierden la facultad de eliminar los desechos presentes en la sangre por medio de la orina; la acumulación de estas sustancias nocivas en el líquido rojo alteran la composición química de la misma.

Mayo Clinic asegura que “la insuficiencia renal se desarrolla rápidamente, por lo general en menos de unos días. Este padecimiento es más común en personas que ya están hospitalizadas, sobre todo, en aquellos pacientes con enfermedades críticas que necesitan de cuidados intensivos”.

Este padecimiento requiere de un tratamiento intenso; sin embargo, en algunos casos la insuficiencia renal aguda puede ser irreversible. Las personas que cuentan con unas buenas condiciones de salud pueden recuperar su función renal.

Expertos indican que los cálculos renales se pueden tratar con analgésicos y fluidoterapia. | Foto: Gettyimages

Síntomas de insuficiencia renal

  • Disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable.
  • Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.
  • Falta de aire.
  • Fatiga.
  • Desorientación.
  • Náuseas.
  • Debilidad.
  • Ritmo cardíaco irregular.
  • Dolor u opresión en el pecho.
  • Convulsiones o coma en casos severos.

Causas

  • Padecer de una enfermedad que reduce el flujo normal de circulación de sangre hacia los riñones.
  • Una lesión directa que afecta a los riñones.
  • Los tubos de drenaje de orina (uréteres) de los riñones se obstruyen y los desechos no pueden eliminarse del cuerpo a través de la orina.

Algunas enfermedades o prescripciones médicas pueden reducir la velocidad de la sangre que circula hacia los riñones

  • Pérdida de sangre o líquidos.
  • Medicamentos para la presión arterial.
  • Ataque cardíaco.
  • Enfermedad cardíaca.
  • Infecciones.
  • Insuficiencia hepática.
  • Consumo de aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), naxopreno sódico (Aleve, otros) o medicamentos relacionados.
  • Reacción alérgica severa (anafilaxia).
  • Quemaduras severas.
  • Deshidratación grave.

Factores de riesgo

  • Estar hospitalizado, sobre todo por una enfermedad grave que requiere de cuidados intensivos.
  • Edad avanzada.
  • Obstrucciones en los vasos sanguíneos de los brazos y las piernas (enfermedad arterial periférica).
  • Diabetes.
  • Presión arterial alta.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Enfermedades renales.
  • Enfermedades hepáticas.
  • Algunos tipos de cáncer y sus tratamientos.

Consejos para mantener el buen funcionamiento de los riñones

El portal de la Fundación Corachan menciona algunas recomendaciones para que los riñones se mantengan en un buen estado de salud.

  • Evitar el consumo de tabaco: el flujo sanguíneo de las personas que fuman se disminuye ante la práctica de este hábito. Cuando los riñones no reciben suficiente cantidad de este líquido rojo no pueden funcionar de forma adecuada.
  • Mantener un peso adecuado: cuando una persona tiene sobrepeso, sus riñones deben hacer doble esfuerzo, debido a la masa corporal y adicional con la que cuenta el paciente. Por ende mantener un peso adecuado, es importante para la salud de estos órganos.