La oftalmología es una de las especialidades médicas con mayor uso de Inteligencia Artificial (IA), esta rama de la medicina ha sido pionera en el uso de nuevas tecnologías para detectar, diagnosticar y tratar patologías oculares de todo tipo.
Algunos estudios aseguran que la aplicación de tecnología basada en Inteligencia Artificial será clave en el futuro de la oftalmología, permitiendo almacenar miles de imágenes a partir de un algoritmo y segmentarlas para que el ojo diagnosticado con la patología funcione paralelamente al ojo sano.
Los actuales sistemas de Inteligencia Artificial también se han empleado para diagnosticar pacientes con riesgo de enfermedades cardiovasculares utilizando la foto de su retina. Del mismo modo, se usa para el diagnóstico de retinopatía diabética o degeneración macular. La detección precoz de diferentes enfermedades efectuada por la IA puede ser fundamental para frenar su evolución e incorporar un tratamiento efectivo.
Avances tecnológicos monitorean enfermedades oculares
La retinopatía diabética ha sido uno de los puntos de aplicación de la IA en la optometría. En 2018, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la aplicación de un algoritmo autónomo capaz de analizar la afección ocular. Inicialmente, consistía en una tecnología automatizada que incluía el uso de robots y a partir de ahí se desarrollaron otras investigaciones referentes a este campo.
El objetivo de desarrollar esta tecnología consiste en identificar y monitorizar enfermedades oculares de manera preclínica. Así mismo, con estos avances, los oftalmólogos pueden desempeñar su labor con mayor amplitud en enfermedades neurológicas y sistemáticas.
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“AI Suitcase” maleta con inteligencia artificial
En Japón, Chieko Asakawa, una informática e investigadora de IBM desarrolló un dispositivo que para ella “puede cambiar la experiencia de de movilidad de personas con discapacidad visual y reducir la barrera para lograr una mayor inclusión”.
El mencionado dispositivo es una maleta robot que funciona como compañera de viaje, la cual puede ser transportada en cabina y “cuenta con un sensor táctil en el mango que hace que el dispositivo se pare cuando la persona lo suelta, así como cámaras de profundidad y un dispositivo de control por voz que funciona conectado a un teléfono móvil”.
El dispositivo funciona a través de los smartphone, este se conecta directamente con la maleta como un dispositivo bluetooth u una vez que el usuario añade su destino en el teléfono, “Al Suitcase”, desarrolla una mejor ruta hasta el punto de destino.
A primera vista, este dispositivo luce como una maleta normal, sin embargo, está equipado con varias tecnologías implementadas en vehículos autónomos, como sensores, inteligencia artificial y motores que ayudan a guiar a la persona con discapacidad visual de forma segura.
Este reciente avance tecnológico asegura la transición segura de la persona, ya que dispone de un sensor llamado LiDAR, el cual permite medir la distancia y forma de peatones, objetos, paredes cercanas y calcula la ruta más segura de acuerdo a la información recogida durante su proceso de uso.
“ShelfHelp” bastón desarrollado con inteligencia artificial
Otra de las tecnologías desarrolladas por la inteligencia artificial es el bastón “ShelfHelp”, un bastón blanco y rojo que incorpora una tecnología de visión que cataloga el entorno por donde se mueve el usuario y detecta el lugar donde se encuentra, funcionando como una guía que trabaja mediante vibraciones y direcciones por voz.
Para el líder del proyecto que desarrolló este moderno bastón, Shivendra Agrawal, estudiante especializado en asistencia robótica de la Universidad de Colorado, “la inteligencia artificial y la visión por ordenador están mejorando; la gente ya lo utiliza para la fabricación de coches autónomos y otros inventos similares”.
Para comprobar si este elemento sería útil en entornos habituales como parques y cafeterías, el experto puso a prueba a una serie de personas, vendándoles los ojos y haciéndolos caminar con el bastón inteligente por un lugar con varias mesas y sillas. El resultado fue sorprendente, todos los participantes lograron recorrer el lugar sin tropezarse o chocarse con los diferentes elementos que se encontraban esparcidos en el entorno.