Los expertos definen la inteligencia emocional como la capacidad que tiene una persona de identificar y gestionar las propias emociones, así como las de los demás. Es una parte de la capacidad cognitiva que facilita el comportamiento interpersonal.

Según información del portal Psicoactiva, en términos prácticos, esto significa ser consciente de las emociones que hay detrás del comportamiento propio, así como del impacto que ejercen en las demás personas, ya sea de manera positiva o negativa.

“La capacidad de expresar y controlar nuestras emociones es esencial, pero también lo es nuestra capacidad para comprender, interpretar y responder a las emociones de los demás”, precisa el mencionado sitio web.

Un artículo publicado en la revista de psicología y filosofía La mente es maravillosa afirma que lo que ofrece la inteligencia emocional son herramientas y habilidades con las que se pueden resolver mejor las complejidades de los contextos sociales. “Es un canal del autoconocimiento y una cualidad transformadora. Trabajar las emociones a diario y hacerlo bien permitirá ser más solventes en el campo del crecimiento personal”, asegura.

Las personas inteligentes por lo general, no hablarán cuando desconozcan un tema. | Foto: Getty Images

Estos son algunos rasgos y habilidades de las personas con una inteligencia emocional alta.

1. Expresan sentimientos de forma clara: estas personas saben que gestionar sus propias emociones no significa reprimirlas. Sin embargo, también saben que, cuando se está en compañía de otras, hay que tener en cuenta el modo en el que ellas interpretan lo que se expresa. El equilibrio es la clave en las interacciones, asegura el portal Psicología y Mente.

2. Luchan por gestionar bien su atención: estas personas gobiernan su foco de atención para que este no las gobierne a ellas. Tienen claro cuáles son las prioridades.

3. Tienden a evitar creer que los demás las quieren perjudicar: las personas emocionalmente inteligentes no tienen por qué ser confiadas, pero a la vez no creen que los planes o las motivaciones de los demás sean perjudicarlas a ellas. Es por eso que raramente se toman los incidentes como algo personal.

4. No son perfeccionistas: la persona emocionalmente inteligente sabe que la perfección no existe. Es alguien consciente de que la búsqueda del perfeccionismo no es tarea fácil y que en este camino juegan, no solo sus emociones, sino las de los demás. Estas personas tienen claro que en la búsqueda de ser perfectos se pierde la posibilidad de disfrutar de los logros, dice el portal Psicoactiva.

5. Tienen empatía por los demás: las personas con alta inteligencia emocional tienen mucha empatía. Eso significa que se interesan de forma genuina por las otras personas, tienen la capacidad de sintonizar con el lenguaje corporal y expresiones faciales para entender las emociones de la gente, incluso sin palabras.

6. Saben equilibrar el trabajo con la vida social: no importa lo ocupada que esta persona esté con el trabajo o el estudio, pues tiene claro lo importante que es encontrar algo de tiempo para su vida social. Tiene un buen conocimiento de sus habilidades y de cuánto tiempo le tomará lograr las cosas. Entiende que debe trabajar duro para lograr el éxito, pero también sabe que a veces hay que ser capaz de desconectarse por completo del trabajo o estudio para recargarse.

Hermosa psicóloga y niño pequeño haciendo terapia con emociones emoji alrededor de muchos juguetes en el jardín de infantes | Foto: Getty Images

7. Se cuidan físicamente: no es secreto que el ejercicio ayuda a las personas a mantenerse en buena condición física, pero también a resguardar su estabilidad emocional. Las emociones producen endorfinas que son responsables de reducir los niveles de cortisol en la sangre y a la vez este protege al cuerpo de enfermedades.

8. Se expresan de manera asertiva: las personas con un buen manejo de sus emociones entienden que, aunque no pueden controlarlas, sí pueden actuar al respecto sobre sus sentimientos y los pensamientos que los generan. Cuando expresan lo que sienten, saben identificar sus emociones y no tienen reparos para reconocer en palabras sus emociones tal y como son: “estoy enojada”, “me entristece”, “me siento feliz”, entre otros.

Los expertos aseguran que cuando una persona se guarda lo que siente esto puede convertirse en una bomba de tiempo a punto de estallar, y cuando esto sucede las personas se vuelven insoportables e inadaptadas.

9. Aceptan los cambios positivamente: saber adaptarse a los cambios es clave. Las personas más inteligentes emocionalmente saben que el miedo a cambiar solo las frenará y se enfrentan al mismo eficazmente, indica una publicación del medio digital Business Insider.

10. Saben cuáles son sus fortalezas y debilidades: estas personas identifican sus puntos fuertes, así como los más débiles, lo que facilita su actuación frente a las diferentes situaciones de la vida tanto en el plano laboral como personal.