Un estudio reciente que incluye a investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Texas A&M (Estados Unidos) ha estudiado la correlación entre la energía mental, la fatiga mental, la energía física, la fatiga física y el microbioma intestinal. En su investigación han encontrado que puede haber algo de verdad en el viejo dicho “eres lo que comes”.

En el estudio observaron que las bacterias y el metaboloma estaban asociados con la energía mental o física, mientras que las bacterias asociadas con la inflamación estaban relacionadas con la fatiga mental o física. Por tanto, si lo que se come afecta el microbioma de una persona, en consecuencia afectará su estado de ánimo”; de hecho, sugiere que existen distintas bacterias y metabolomas asociados con cada rasgo de personalidad.

“Esto refuerza muchos de los conceptos de salud pública relacionados con la nutrición y la salud. El microbioma intestinal puede estar influyendo en su forma de ser, no solo en su forma actual. Estos hallazgos son más sugerentes que definitivos, pero han contribuido a nuestra comprensión de lo que puede hacer la salud intestinal y cómo hace sentir a las personas”, señala Matthew Lee Smith, profesor asociado del Departamento de Salud Ambiental y Ocupacional y uno de los investigadores del estudio.

“Lo que comes determina las bacterias y el microbioma en tu intestino. Con este estudio, hemos establecido un vínculo exploratorio entre el microbioma de una persona y su estado de ánimo”, explica Ali Boolani, profesora asociada en el Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Clarkson y autor principal del estudio.

La fatiga es un problema conocido que contribuye al bajo rendimiento laboral y escolar, y puede atribuirse a muchas enfermedades y trastornos entre los adultos de mediana edad y mayores, pero este es un problema poco conocido.

Cuando alguien dice que está fatigado, la mayoría de las veces se atribuye a la falta de energía. Sin embargo, la evidencia más reciente ha demostrado que los dos no están tan conectados, como se había hecho creer anteriormente. La fatiga y la energía son estados de ánimo distintos, no necesariamente opuestos entre sí.

Un área que se ha demostrado que contribuye a la fatiga es la nutrición, o la falta de ella. La comida es la mayor fuente de energía para las personas y una dieta saludable puede ayudar a combatir algunos de los peligros asociados con la fatiga. Sin embargo, no es el único factor.

El equipo de investigación, que publicó el estudio en Nutrients, analizó un subconjunto de individuos de un estudio más amplio que investigó el microbioma intestinal. Los participantes completaron una breve encuesta que se utilizó para identificar posibles correlaciones entre la microbiota intestinal y la energía, y la fatiga mental y física.

Descubrieron que los cuatro rasgos, la energía mental, la fatiga mental, la energía física y la fatiga física tienen perfiles de bacterias intestinales únicos, pero superpuestos, lo que sugiere la necesidad de explorar más a fondo el papel de la microbiota intestinal para comprender las sensaciones de energía y fatiga de larga data.

“Sabemos que la energía y la fatiga pueden verse influenciadas por muchas cosas, como lo que come, su actividad física, su sueño, sus afecciones crónicas o los medicamentos que toma para estas afecciones. Comprender cómo la nutrición y la desnutrición están relacionadas con la fatiga y la energía es importante porque las caídas, la fatiga crónica y la falta de energía pueden disminuir la salud y la calidad de vida de los adultos mayores que viven con enfermedades crónicas”, advierte Smith.

*Con información de Europa Press.