Desde el inicio de la pandemia por la covid-19 se difundieron diferentes remedios caseros y medicamentos que, supuestamente, funcionaban para combatir el virus y evitar las hospitalizaciones. Uno de los más populares fue la ivermectina.

Este medicamento es un antiparasitario que es utilizado para el tratamiento de varias enfermedades parasitarias. Está incluido en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud y se caracteriza por su amplio espectro de actividad. Se emplea para tratar la oncocercosis (ceguera de los ríos), estrongiloidiasis y otras afecciones como el asma.

Cuando la ivermectina comenzó a ser parte de la automedicación de muchas personas para tratar el coronavirus, La Organización Mundial de la Salud informó que aún no existían los datos necesarios para determinar que este medicamento fuera eficaz y contribuyera positivamente para combatir el virus en el cuerpo.

Respecto a esto, la entidad destinó un grupo especial de expertos internacionales para que estudiaran el medicamento y brindaran recomendaciones sobre su uso. Este equipo estaba integrado por expertos en atención clínica de diversas especialidades, un especialista en ética y representantes de las asociaciones de pacientes.

Luego de revisar la información de 16 ensayos clínicos que contaban con pacientes hospitalizados y ambulatorios con covid-19, el grupo de expertos concluyó que no hay seguridad si la ivermectina disminuye la mortalidad y la gravedad del coronavirus.

Por eso, el 31 de marzo de 2021, la OMS señaló que desaconsejaba usar ivermectina para tratar la covid-19 si no era en ensayos clínicos. A pesar de esto, muchas personas continuaron empleando del medicamento.

Respecto a este contexto, la FDA (administración de alimentos y medicamentos de Estados Unidos) expresó su preocupación y a través de su sitio web explicó que las personas no deben automedicarse ni tomar productos de ivermectina destinados a los animales, pensando que pueden reemplazar la ivermectina para adultos.

“Las personas nunca deben tomar medicamentos veterinarios, ya que la FDA solo ha evaluado su seguridad y efectividad en las especies animales específicas para las que están etiquetados. Estos medicamentos veterinarios pueden causar daños graves en las personas. Las personas no deben tomar ninguna forma de ivermectina a menos que haya sido recetada por un proveedor de atención médica con licencia y se obtenga a través de una fuente legítima”, señaló la entidad.

Nuevamente, un estudio publicado en la revista News England Journal of Medicine reveló que no se debe seguir utilizando este medicamento para tratar la covid-19 y que tampoco se debería continuar investigando su efectividad contra este virus, ya que “es un desperdicio de recursos”, indica la investigación.

Este estudio comparó a más de 1.300 pacientes sintomáticos contagiados de covid-19. Aleatoriamente, 679 participantes recibieron ivermectina por 3 días, 679 placebo y más de 2.100 otro tipo de tratamiento.

Los expertos encontraron que la investigación no arrojó evidencia ni datos suficientes para usar la ivermectina como un tratamiento para combatir la covid-19. La investigación señaló que este medicamento no disminuye significativamente las complicaciones de la covid-19 ni tampoco reduce las posibilidades de hospitalización.

¿Para qué está aprobada la ivermectina?

Las tabletas de ivermectina están aprobadas por la FDA para el tratamiento de estrongiloidiasis y oncocercosis intestinales. Ambas enfermedades son provocadas por gusanos parásitos. Adicionalmente, también es utilizada de forma tópica, es decir, sobre la piel, para tratar parásitos como los piojos y problemas cutáneos como la rosácea

Este medicamento solo debe ser utilizado bajo la prescripción de un médico. Su consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud. “Incluso los niveles de ivermectina para usos humanos aprobados pueden interactuar con otros medicamentos, como los anticoagulantes. También puede sufrir una sobredosis de ivermectina, que puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, hipotensión (presión arterial baja), reacciones alérgicas (picor y urticaria), mareos, ataxia (problemas de equilibrio), convulsiones, coma e incluso la muerte”, resalta la FDA.