El jengibre, cuyo nombre científico del jengibre es Zingiber officinale, es una planta que se caracteriza por tener muchos nutrientes y bastantes beneficios para el cuerpo y la mente, y puede usarse de diferentes formas –en polvo, en aceite o zumo– y en la cocina es un gran ingrediente para algunos platos.
Sobre su origen, se cree que se cultivó durante muchos años en la India y China, y hoy en día está disponible en muchas partes del mundo.
Así las cosas, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que el jengibre “posee propiedades anticoagulantes, vasodilatadoras, expectorantes, analgésicas, digestivas, antiinflamatorias, antieméticas, antitusivas, astringentes, carminativas, antipiréticas y antiespasmódicas”.
De hecho, por sus efectos antiinflamatorios es utilizado para mejorar el dolor causado por enfermedades como artrosis y artritis, entre otras. También es empleado por las personas que sufren de problemas digestivos como la gastritis, estreñimiento, entre otros, porque funciona como un protector estomacal.
Además, por su alto contenido de gingerol, tiene características anticancerígenas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la planta no cura la enfermedad.
Asimismo, las sustancias del jengibre ayudan a bloquear los efectos de la prostaglandina, la sustancia que inflama los vasos sanguíneos del cerebro y provoca dolores de cabeza.
Otro beneficio es que por su principal componente del jengibre, el gingerol, disminuye el riesgo de infecciones, ya que la planta puede inhibir el crecimiento de diferentes bacterias orales relacionadas con las enfermedades inflamatorias como la gingivitis y la periodontitis.
Esta especia también es conocida por ser un afrodisiaco natural, que aumenta la libido en las personas.
Igualmente, es ideal para para exfoliar la piel y reducir arrugas, ya que este alimento “contiene gingerol, un antioxidante que protege a la piel de los radicales libres y estimula la producción de colágeno”, según el portal de belleza The Beauty Effect.
También, el jengibre es utilizado para reducir o mejorar el dolor muscular generado por el ejercicio, pero la mejoría no es inmediata, sino progresiva.
No obstante, aunque tiene varios beneficios, existe un grupo de personas que no debería consumir la planta, según La Prensa Gráfica, y en ese grupo están incluidas las personas con bajo peso, pues sus componentes logran acelerar el metabolismo y un bajo peso puede ocasionar problemas en la salud.
Asimismo, las mujeres durante su periodo deben reducir su consumo, ya que es vasodilatador y eso podría aumentar el sangrado, aunque reduzca el dolor menstrual y resulte ser más efectivo que un medicamento.
De igual forma, el periódico señaló que las personas con enfermedades cardiacas deben evitar su consumo en exceso, porque “puede generar problemas cardiacos como arritmias cardiacas o en casos extremos, infarto”.
Adicional, no es recomendada por mujeres embarazadas y en especial si están en la última etapa de la gestación y tampoco es bueno consumir la planta si se usan fármacos para la hipertensión, pues “bloquea los canales de calcio”.
Sobre la misma línea, el portal Bienestar de Colsanitas indicó que “no es recomendado en altas dosis para personas que padecen de problemas en los riñones debido a que contiene oxalatos (los cuales originan los cálculos renales)”.
Información nutricional por 100 gramos de jengibre
- Calorías: 80
- Grasas totales: 0,8 gramos.
- Ácidos grasos saturados: 0,2 gramos.
- Sodio: 13 miligramos.
- Potasio: 415 miligramos.
- Hidratos de carbono: 18 gramos.
- Fibra alimentaria: 2 gramos.
- Azúcares: 1,7 gramos.
- Proteínas: 1,8 gramos.
- Vitamina C: 5 miligramos.
- Calcio: 16 miligramos.
- Hierro: 0,6 miligramos.
- Vitamina B6: 0,2 miligramos.
- Magnesio: 43 miligramos.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.