De generación en generación se han compartido algunas recetas y remedios naturales para aprovechar las propiedades de algunas plantas. La familia de las Zingiberáceas, a la que pertenecen el jengibre, la cúrcuma y el cardamomo, ha sido reconocida por mucho tiempo, gracias a sus beneficios para el organismo así como por sus usos medicinales.
En ocasiones, se desconocen muchos de los compuestos que contienen estos ingredientes que hoy hacen parte de la cocina de varios hogares, que además de aportar sabor a las comidas, pueden utilizarse como un complemento a los tratamientos médicos.
Tal es el caso del jengibre y la cúrcuma, que se usan frecuentemente en la medicina natural para aliviar los síntomas asociados a algunas afecciones de la piel, intestinales, respiratorias, entre otras.
Entre las propiedades del jengibre, señala el portal sobre nutrición Cuerpo Mente, se destaca su composición rica en aceites volátiles, sustancias fenólicas, enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas y minerales, que le generan beneficios en el cuerpo.
Asimismo, indica el Manual MSD sobre información médica, esta raíz sigue siendo estudiada para evidencias sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, así como su uso para prevenir la diabetes tipo 2.
Por su parte, la cúrcuma no se queda atrás en la lista de bondades. A este alimento, también conocido como el oro indio, se le confieren diversas propiedades que lo hicieron ampliamente famoso en la medicina ayurvédica, un sistema de tratamiento tradicional de la India, para aliviar diversas afecciones de salud como la inflación o dolor crónico. curativo y analgésico, como explica Medical News Today.
De igual forma, esta raíz se destaca por su contenido en curcumoides y curcuminas, materias colorantes que además de aportar un color vibrante a las comidas, las cuales tienen una acción antioxidante y antiinflamatorio. Además, tiene un aceite esencial con zingibereno, polisacáridos y sales minerales como hierro y potasio, que la hacen un ingrediente ideal por sus beneficios para el organismo.
Un poder que es común entre el jengibre y la cúrcuma es que pueden ayudar a aliviar las molestias provocadas por el dolor en las articulaciones, gracias sus propiedades para reducir la inflamación y prevenir el daño de los radicales libres en el cuerpo. Para poder aprovechar estos beneficios, estas raíces pueden incluirse en las comidas, pero también prepararse a modo de infusión.
Infusión de jengibre y cúrcuma
En primer lugar, cabe señalar que el consumo excesivo de estos ingredientes puede provocar alteraciones en la salud. Por ello, la ingesta tanto del jengibre como de la cúrcuma debe ser regular y en cantidades moderadas.
Asimismo, se desaconseja su uso en caso de estar tomando medicamentos anticoagulantes, si presenta problemas del corazón, diabetes, hemofilia o peso bajo. Tampoco se recomienda para personas en estado de embarazo.
Ingredientes
- 1 canela.
- 1 cucharada de miel.
- Un litro de agua.
- 5 g de jengibre.
- 5 g de cúrcuma.
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Preparación
- Su preparación es sencilla. En primer lugar, se debe colocar un olla con agua, hasta que hierva. Una vez alcance este punto, se debe añadir las cantidades indicadas de canela, jengibre y cúrcuma.
- Luego de 30 segundos, apagar el fuego y dejar que los ingredientes infusionen durante al menos 10 minutos.
- Una vez pase el tiempo sugerido, se debe pasar la bebida por un colador. Tenga en cuenta que esta preparación se puede endulzar con un poco de miel al gusto.
Con respecto a su consumo: lo recomendado es tomar esta infusión en ayunas, en la mañana. Dependiendo de si persiste el dolor, se aconseja consumir una taza 20 minutos después de cada comida. Teniendo precaución de no excederse en su consumo.
Ante cualquier molestia fuerte, se aconseja consultar al médico para recibir un tratamiento adecuado.