El apio es vegetal rico en oxolatos, con múltiples propiedades que beneficia los riñones, elimina aquellos residuos que el cuerpo no necesita, contribuye a eliminar la retención de líquidos y la celulitis, diluye el ácido úrico que afecta las articulaciones, es antiinflamatorio y conocido como alimento idóneo dentro de las dietas para el reumatismo y la gota.
En cuanto a su composición nutricional, es una fuente de vitaminas del grupo B, vitamina A, C y K. Tan solo dos tallos proporcionan aproximadamente el 15 % de la ingesta diaria recomendada de estas vitaminas. Entre los numerosos beneficios del apio destaca que su consumo moderado es una excelente opción para gozar de tener buenas digestiones debido a su aporte de fibra y su gran contenido en agua.
Expertos explican que la cantidad que se debe consumir es de 16 onzas de jugo de apio a diario y lo ideal es beberlo en las mañanas con el estómago vacío y luego consumir un desayuno saludable que aporte la cantidad de calorías que se necesitan para iniciar las actividades diarias.
Sin embargo, no se puede abusar de la ingesta de este alimento, especialmente si se padece de inflamaciones u otras afecciones en la vejiga. Además, es importante tener en cuenta que esta sustancia dificulta la absorción del calcio, y su efecto emenagogo y su contenido en apiina no es recomendable para las personas en estado de embarazo, ya que en grandes cantidades puede resultar abortivo.
El portal Saludablementebien, ha dado a conocer algunas precauciones y advertencias que debe tener en cuenta sobre el consumo del apio en todas sus formas:
- Alergias: El apio pertenece a un pequeño grupo de alimentos que pueden causar una reacción alérgica grave, lo que podría provocar a su vez la aparición de un shock anafiláctico, que puede acabar en la muerte de la persona que lo sufre. Por tanto, no se recomienda su consumo si se padece algún tipo de alergia, por mínima que sea.
- Presión arterial baja: A pesar de su contenido en sodio, el apio consumido en cantidades elevadas puede disminuir la presión arterial. De este modo, si la presión arterial ya se encuentra baja, tomar apio podría hacer que disminuya aún más.
- Riesgo de sangrado: A pesar de que aún no se ha comprobado, existe cierta preocupación de que el apio podría ser capaz de aumentar el riesgo de sangrado. Por tanto, si padece un trastorno o afección hemorrágica, no se recomienda su consumo.
- Embarazo y lactancia: Cuando el apio se consume en cantidades normales, es seguro durante la gestación y la lactancia; no obstante, ingerirlo en grandes cantidades puede hacer que el útero se contraiga, causando un aborto espontáneo.
- Diabetes: Si se utiliza como diurético es recomendable aumentar la dosis de potasio, es decir, de alimentos como plátanos y verduras, ya que los diuréticos pueden agotar estos minerales del organismo.
- Diarrea: Debido a que el apio tiene un efecto diurético, puede exacerbar la diarrea con este efecto. Por esa razón, si la persona está sufriendo de un cuadro de diarrea, no debe consumir apio.
- Cirugías: Cuando se combina la anestesia y otros medicamentos que se usan durante y después de una cirugía, el sistema nervioso central se ralentiza demasiado. De este modo, si se consume el apio puede llegar afectar aún más el sistema nervioso. Expertos aconsejan dejar de utilizar el apio dos semanas antes de una cirugía programada.
Ahora bien, cabe mencionar que los niños pueden consumir este jugo sin ningún problema, pero el sitio Super Healthy Kids recomienda que los padres les preparen un jugo diferente, con otras frutas como manzana o cerezas, también se le puede agregar pepino para disminuir lo amargo del apio.