Hoy en día en las redes sociales abundan las recetas saludables, las cuales han popularizado algunos alimentos como el aguacate, la avena, el banano, el yogur griego y los arándanos.
Estos últimos son parte de la familia de las frutas, que resaltan por tener una composición rica en vitaminas y otros nutrientes esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Dentro de las recomendaciones de alimentación saludable, los profesionales aseguran que incluir varias opciones de frutas al día puede contribuir a mejorar el estado de salud.
Bajo esa misma línea, el arándano, una baya típica en Norteamérica, tiene diversas propiedades para el cuerpo, como fortalecer el sistema inmunitario y aliviar ciertas molestias asociadas a los riñones.
De acuerdo con el portal sobre nutrición y estilo de vida saludable, Cuerpo Mente, esta fruta se caracteriza por su acción antioxidante, como lo han confirmado estudios realizados por la Universidad de Clemson y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Según explica el referenciado portal, la investigación señaló que esta capacidad antioxidante se debe a su contenido en ácidos orgánicos, los cuales interactúan con las antocianinas también presentes en la fruta.
Asimismo, esta baya es famosa por su composición rica en vitamina C, además de otros nutrientes esenciales como el manganeso y algunas vitaminas pertenecientes a la familia de las B.
Entre las bondades del arándano, Cuerpo Mente menciona una serie de beneficios que se pueden obtener a partir de su consumo. De este listado, se destaca que esta fruta contribuye a prevenir el deterioro del cerebro y la aparición de determinadas enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Igualmente, indica que son beneficiosos para aliviar los síntomas asociados a las infecciones urinarias, así como para limpiar los riñones.
Otras investigaciones también han demostrado su eficacia para estimular la circulación, lo cual ayuda a regular la tensión arterial y favorecer la salud del corazón. Aunque su efecto no es directo.
Precisamente, en este sentido, la Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales de Estados Unidos (Natural Medicines Comprehensive Database, en inglés) clasifica a los arándanos como ‘posiblemente ineficaz para’ controlar la alta presión sanguínea. Aunque suele usarse con esta finalidad, según referencia la biblioteca digital de medicina Medline Plus, no hay suficiente evidencia para afirmar que puede controlar la presión arterial.
Igualmente, se aconseja no exagerar su consumo o, en su defecto, mantenerlo en una cantidad mínima, bajo ciertas condiciones médicas como el embarazo, la lactancia, la deficiencia de glucosa y tras ser sometido a un procedimiento quirúrgico.
¿Cómo preparar el jugo de arándano?
Los arándanos pueden utilizarse en diversas preparaciones, como acompañado de yogur griego y otras frutas, a modo de jugo o batido, e inclusive crudos. Esto puede variar de acuerdo con la preferencia, pero además, explica Medline Plus, es importante consultar a los profesionales médicos sobre la manera más adecuada para consumirlo de acuerdo con su situación de salud particular.
El blog acerca de gastronomía y recetas sencillas de preparar, Cocina Fácil, comparte una preparación sencilla para disfrutar de todos los beneficios del jugo de arándanos, con un extra de sabor: limón.
Ingredientes:
- 2 tazas de arándanos naturales
- 6 tazas de agua fría
- El zumo de 1 limón
- Endulzante al gusto
Preparación:
- Lo primero que se debe hacer es lavar muy bien los arándanos y retirarles cualquier sucio con el que hayan venido.
- Añadir los arándanos previamente lavados a la licuadora o procesadora, junto a la cantidad de agua indicada y los demás ingredientes.
- Licuar hasta conseguir una consistencia homogénea. En caso de que se prefiera una bebida menos espesa, se puede añadir un poco más de agua.
- Después de este paso, es opcional colar el jugo antes de servirlo.
- También se aconseja rectificar el sabor.
- Asimismo, se recomienda refrigerar el jugo que no se tome en el instante.