Muchas personas no están conformes con su peso y por ello buscan recetas y dietas rápidas para perder algunos kilos en poco tiempo, pero es importante señalar que las dietas relámpago no funcionan a largo plazo y pueden ser peligrosas para la salud.
De hecho, la base para lograr adelgazar sigue siendo una dieta saludable de bajas calorías, combinada con un aumento en la actividad física, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Por tal razón, una forma de tener una forma de reducir las calorías es consumiendo jugos que tengan pocas y que de paso aceleren el metabolismo, como, por ejemplo, el jugo de arándanos, ya que tiene fibra, hierro, potasio, ácido fólico, sodio, vitamina A y vitamina C.
Así las cosas, el portal GastroLab reveló que para preparar el jugo se deben licuar 20 arándanos con un vaso de agua y, lo ideal es consumirlo en ayunas. Sin embargo, es importante señalar que la anterior recomendación no hace milagros y debe acompañarse con una alimentación balanceada que incluya todos los nutrientes que el cuerpo necesita (grasas, carbohidratos, proteínas, frutas y verduras).
Sobre la misma línea, el portal de salud Kidshealth reveló otras sugerencias para comer bien como:
- Elegir pan integral y otros cereales integrales, como el arroz y la avena.
- Controlar el tamaño de las raciones, pues como ya se mencionó, es importante tener una dieta saludable de bajas calorías para adelgazar.
- Comer lentamente y saborear la comida. Es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.
Asimismo, la entidad sin ánimo de lucro señaló que otras estrategias para controlar el peso pueden incluir:
- Elegir alimentos bajos en grasas y de grasas no saturadas que son las grasas “buenas” que se encuentran principalmente en las verduras, frutos secos, semillas y pescado. A temperatura ambiente, estas son líquidas, no sólidas. Hay dos categorías grandes de grasas buenas: grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Se encuentran en la mayoría de los frutos secos, productos de soja, aceite de oliva, aceite de maní, aceite de canola, aguacates (paltas), atún blanco y salmón.
- Beber agua en lugar de bebidas azucaradas. El consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.
- Ser físicamente activo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana. Además, la organización indicó que entre las actividades físicas más comunes se destacan caminar, montar en bicicleta o correr, y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
Finalmente, es importante señalar que, de acuerdo con Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la pérdida rápida de peso puede ser útil para personas que tienen afecciones debidas a la obesidad. Para estas personas, perder mucho peso puede ayudar a combatir la diabetes, el colesterol alto y la presión arterial alta.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.