Un infarto o ataque cardíaco, como también se le conoce, es una patología que se puede presentar de repente y causar la muerte, si no se trata de forma rápida. Se da por el bloqueo de una de las arterias coronarias. Estas se suelen obstruir por tener muy altos los niveles del colesterol y los triglicéridos en la sangre.
Las arterias, al estar bloqueadas u obstruidas, no pueden llevar la sangre y el oxígeno al corazón de una manera adecuada, por esto, las células cardíacas mueren y se producen los infartos. Un estilo de vida saludable ayuda a evitar este tipo de ataques.
Por su parte, la diabetes “es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en la sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. La más común es la diabetes tipo 2, generalmente en adultos, que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina”, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“En las últimas tres décadas, la prevalencia de la diabetes tipo 2 ha aumentado drásticamente en países de todos los niveles de ingresos. La diabetes tipo 1, una vez conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, es una afección crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo. Para las personas que viven con diabetes, el acceso a un tratamiento asequible, incluida la insulina, es fundamental para su supervivencia”, agrega.
En cuanto al envejecimiento, este es un proceso natural e inevitable de la vida que se presenta por la acumulación de una serie de daños celulares y moleculares. Uno de los principales cambios que surgen en esta etapa, tan temida por muchas personas, es la pérdida de la elasticidad de la piel por la carencia de colágeno, lo cual hace que salgan las arrugas.
Además, el envejecimiento también causa que el pelo o cabello pierda su melanina, lo que detona la aparición de las canas. Hay algunas enfermedades que están relacionadas con la vejez; entre estas resaltan la artritis, la osteoporosis, el Alzheimer, el mal de Parkinson, entre muchas otras más.
Existe un jugo natural que tiene la capacidad de prevenir los infartos, combatir la diabetes y retrasar un proceso como el envejecimiento. Se trata del poderoso jugo de naranja, una de las bebidas más consumidas en Colombia y en diferentes partes del mundo.
“Las fibras presentes en la naranja, principalmente la pectina, ayudan a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, que son los responsables de la formación de placas de grasas en las arterias, disminuyen la absorción de grasas proveniente de la alimentación, contribuyendo a la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto, insuficiencia cardíaca y derrame cerebral”, afirma el portal Tua Saúde.
E incluye que “la naranja es rica en fibras en su composición que ayudan a reducir la absorción de azúcar de la alimentación por el intestino y a controlar los niveles de glucemia, pudiendo ser un importante aliado en el tratamiento de la diabetes, siempre que sea consumida con orientación del nutricionista, ya que también es rica en azúcar”.
Además, es de resaltar que la naranja y su propio jugo, al tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, combate los daños celulares ocasionados por los radicales libres, por lo que retrasa el envejecimiento.
“Una buena forma de obtener estos beneficios es consumir al menos 1 naranja al día o 150 mL de jugo natural, que es muy rico en nutrientes”, concluye Tua Saúde.