El kiwi es una fruta con piel de color marrón oscuro que encierra una pulpa verde y jugosa, de sabor ácido muy agradable. Este alimento es originario de China y con el tiempo se extendió a Nueva Zelanda, en donde se desarrollaron nuevas técnicas para su cultivo.

A mediados de los años 40, la fruta comenzó a ingresar en el mercado mundial como una especialidad gourmet no solo por el sabor que aporta a las comidas, sino también por los grandes nutrientes que aporta al organismo.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (Mapa), el kiwi aporta una cantidad moderada de hidratos de carbono en forma de azúcares al organismo. Además, cubre el 85 % de las ingestas diarias recomendadas de vitamina C.

Así mismo, contiene fibra, fundamentalmente de tipo insoluble que lo convierte en un alimento recomendable en caso de estreñimiento. También ayuda a fortalecer el sistema inmune, actúa como antioxidante y combate los altos niveles de colesterol.

Todos los nutrientes anteriores convierten al kiwi en una fruta versátil que puede ser consumida cruda o en diferentes preparaciones. Además, es posible adquirir algunos de dichos nutrientes si es aplicado de manera tópica.

Incluso, la revista especializada UnCOMO, publicada a través del Mundodeportivo, explicó que una de las formas de usarlo es preparando mascarillas. Una de estas se pueden preparar con: una pieza de kiwi y dos cucharadas de yogur natural.

Procedimiento:

1. Pelar el kiwi y cortarlo en trozos pequeños.

2. Poner los trozos en la licuadora y añadir el yogur.

3. Procesar hasta obtener una especie de crema homogénea.

4. Limpiar la piel para que los nutrientes penetren correctamente.

5. Aplicar la mascarilla realizando masajes circulares para estimular la circulación.

6. Dejar actuar alrededor de 15 minutos.

7. Pasado el tiempo, enjuagar con abundante agua tibia.

Otra de las mascarillas explicadas por UnCOMO a base de kiwi, requiere: un kiwi, una naranja u tres cucharadas de miel.

Preparación y uso:

1. En primer lugar, se debe pelar el kiwi y luego cortarlo en rodajas con un cuchillo.

2. A continuación, se debe extraer el jugo de la naranja usando un exprimidor manual o eléctrico y luego se debe verter el líquido en la licuadora.

3. Añadir al vaso de la licuadora, las rodajas de kiwi y las 3 cucharadas de miel.

4. Procesar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.

5. La piel debe estar completamente limpia y libre de impurezas para que todos los nutrientes de la mezcla penetren y actúen en la capas más profundas de la dermis.

6. Luego, se debe extender la mascarilla de manera uniforme por todo el rostro, evitando el contacto con los ojos, y hacia el cuello.

7. Una vez aplicada, masajear suavemente mediante movimientos circulares para que la piel absorba completamente la mezcla.

8. Dejar durante unos 20 minutos aproximadamente.

9. Pasado este tiempo, retirar con abundante agua fía o tibia.

El uso de estas mascarillas, según el portal especializado Mejor con Salud puede traer multiples beneficios a la dermis. Algunos, son:

  • Rapara tejidos: en el portal Forma 180 aseguran que el kiwi repara los tejidos que se han deteriorado con el pasar del tiempo gracias a su alto nivel de vitamina C.
  • Reduce el acné: esta fruta es ricas en vitamina C y antioxidantes, además promueve la producción de colágeno, una proteína fundamental al momento de cicatrización del acné.
  • Aclara la piel: como se mencionó, esta fruta protege la dermis de los rayos UV, lo que evita el surgimiento de manchas. Sin embargo, no remplaza el bloqueador solar.