El kuzu es una raíz milenaria que proviene de una planta trepadora llamada Pueraria lobata. En China y Japón es muy utilizada para restablecer el equilibrio corporal debido a la cantidad de propiedades y nutrientes que contiene.
Es tradicional es la gastronomía oriental. Una vez molida, lavada y deshidratada, esta raíz produce un polvo de almidón muy puro que se utiliza en cocina como un espesante, pues brinda consistencia de gelatina y es apropiado para aportar textura a salsas, sopas y cremas. Además, no contiene gluten.
Sin embargo, el kuzu no sirve solo para espesar. Según el portal Cuerpo Mente, en la medicina tradicional china lleva milenios usándose por sus múltiples propiedades terapéuticas.
El aporte nutricional del kuzu destaca por su contenido en fibra, minerales esenciales y también hidratos de carbono. Así mismo, contiene flavonoides, saponinas, isoflavonas, daidzeína o cumarinas, que le otorgan propiedades medicinales que ayudan al funcionamiento del sistema inmune, mejorando la absorción de nutrientes, reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y favoreciendo la digestión.
Una de las principales bondades que se le atribuyen es que puede reducir la dependencia del alcohol. Algunos estudios señalan que el uso potencial del kuzu en personas con consumo elevado de bebidas alcohólicas podría ser eficaz para reducir la ingesta.
Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard determinó que un tipo de antioxidantes llamados puerarinas, contenidos en esta raíz, ayudarían a reducir el consumo de alcohol.
Si bien no es completamente claro cómo se logra, la investigación sugiere que estos aminoácidos acelerarían la circulación sanguínea, provocando que el alcohol llegue más rápido a la zona de recompensa del cerebro, por lo que las ganas de beber de la persona se reducirían con los primero tragos y bebería menos.
Si bien hace falta más investigación, David M. Penetar, director del estudio, ha asegurado que al no haberse observado efectos secundarios en las personas que hicieron parte del análisis, consumir este producto sería seguro para quienes deseen reducir la cantidad de alcohol que consumen.
De igual forma, según Cuerpo Mente, esta raíz es buena para las afecciones respiratorias porque suaviza la mucosa pulmonar. Resulta útil, sobre todo si se asocia con la ciruela umeboshi, en procesos infecciosos como resfriados, tos, bronquitis y asma; también en alergias con rinitis. En caso de gripa, ayuda a reducir la fiebre, favorece la transpiración y calma la congestión y los dolores.
De igual forma, se dice que estaría indicado para personas con diabetes ya que controla y disminuye los niveles de azúcar en la sangre, algo que se debe a que tiene efectos vasodilatadores, es decir, que aumenta el caudal de sangre al dilatar los capilares, por lo que además alivia los dolores de cabeza y previene cardiopatías y la hipertensión arterial.
Bueno para la microbiota intestinal
El almidón resistente de esta raíz asiática es un tipo de carbohidrato que el sistema digestivo de los humanos no puede digerir. Cuando llega al colon intacto, las bacterias intestinales se encargan de degradarlo.
El portal Mejor con Salud explica que, como resultado de esta fermentación, se generan compuestos beneficiosos para el colon y la salud en general. Algunos de estos son la mejora de la sensibilidad a la insulina, la provisión de energía para las células intestinales o una adecuada composición de la microbiota.
Contraindicaciones
Si bien se trata de un producto natural, la recomendación siempre es consultar con un especialista para determinar es una opción viable de acuerdo con la condición de salud del paciente. Expertos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, en Estados Unidos, han indicado que este producto no está recomendado para personas con hipersensibilidad al kuzu o pacientes con cáncer de mama con receptor de estrógeno positivo. También si se padece cáncer de próstata u ovario.
Esta raíz se puede consumir tanto en polvo como en comprimidos, aunque la forma natural será siempre la que conserve y aporte una mayor cantidad de nutrientes. Por este motivo, la forma idónea es disolviendo dos cucharaditas en un vaso de agua y hervir la mezcla durante cinco minutos para que adquiera una consistencia gelatinosa y rosácea. Luego se puede consumir.