Los dolores en articulaciones son más frecuentes que lo común. El sentir complicaciones en las rodillas, o en otras partes, como las manos, brazos y la cadera; pueden ser síntomas de artrosis, una condición médica que se puede prevenir con ejercicio, alimentación y la regulación del peso.

La artrosis es una enfermedad que afecta paulatinamente las articulaciones, al punto de generar incapacidad corporal en algunos pacientes. Es una condición que no distingue en la edad, puede ocurrirle a cualquier persona (en especial a mujeres).

Nancy Carteron, consultora reumatóloga, explicó para Heathline que existen muchos tipos de artrosis: “Existen más de 100 diferentes tipos de artrosis. Los tres tipos principales son la osteoartrosis (OA), artrosis reumatoide (AR) y artrosis psoriásica (AP). Cada tipo se desarrolla de manera diferente; sin embargo, todas son dolorosas y pueden causar la pérdida de las funciones y deformidad.”

Los principales motivos son actividades que desgastan los cartílagos y una alimentación inadecuada. Estos afectan la movilidad de las personas, impidiendo que muevan ciertas partes del cuerpo con facilidad, principalmente las manos, rodillas, caderas y columna vertebral. Para prevenirla y reducirla, hay varias maneras que, en conjunto, benefician en mayor medida.

Ejercicio

Al hablar de extremidades y movilidad, el desarrollo físico es primordial. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades sostienen que hay que ‘ser activo’ para no arriesgarse a tener artrosis. El principal ejercicio que recomiendan son los recorridos en bicicleta, debido a que este moviliza y le quita rigidez a todo el cuerpo; además de aportarle a la respiración. No obstante, se sugiere no abusar de este, por el hecho que puede ser contraproducente.

Evitar cargar pesos excesivos, caminar o estar en bicicleta en caminos irregulares y peligrosos, y no estar de pie en largo tiempo; son las recomendaciones de los Centros. “Para maximizar los beneficios de tu programa de ejercicios, alterna actividades aeróbicas como caminar o nadar con ejercicios de fortalecimiento. Además, agrega algo de fortalecimiento para mantener tu flexibilidad y rango de movimiento”, sostiene Carteron.

Consumo de pescado

Carteron considera que los pescados con alto nivel de ácidos grasos omega-3 son aptos para las articulaciones. Además, cuentan con otros beneficios, como reducir inflamaciones corporales.

Salmón, truchas, macarela y sardinas son los mejores platos de pescado para consumir, preferiblemente dos veces a la semana. Por otra parte, estos productos aportan a la salud muscular por la vitamina A y C que contienen. También se encomienda consumir alimentos con colágeno (como carnes rojas), debido a que son claves para la recomposición de huesos y de la piel; además de la vitalidad de los músculos y cartílagos.

No obstante, Carteron sugiere no excederse con las carnes rojas, debido a que el ácido úrico y las purinas en mayor medida pueden ser negativos. Para reemplazarlos, se puede consumir frutas y verduras ricas en licopeno, tales como: pomelo, sandía, fresa y arándanos.

Regular el peso

La Universidad Johns Hopkins explica que el sobrepeso u obesidad son detonantes para el deterioro de las rodillas. Contar con 10 libras más de peso, implica que las rodillas soporten un peso de 30 a 60 libras.

Inscribirse a un programa dietético para adelgazar es el mejor camino, el cual será agradecido después por las piernas. No necesariamente deben ser dietas especiales, sino una baja en calorías.

Medicamentos

La última opción, recomendada por la reumatóloga, es la dependencia a medicamentos. En las farmacias o por delegación de una entidad médica, se pueden conseguir geles, antinflamatorios, cremas, infiltraciones locales y fármacos para disminuir el dolor ocasionado por la artrosis. Sin embargo, es preferible mezclar el ejercicio con la alimentación, por encima de recurrir a medicamentos.