Un estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad Tecnológica de Kaunas (KTU) y de la Universidad Lituana de Ciencias de la Salud (LSMU), sugirió que la alteración del habla podría ser el primer signo de la enfermedad de Parkinson.

Esta patología generalmente se asocia con la pérdida de la función motora como, por ejemplo, temblores en las manos, rigidez muscular o problemas de equilibrio, si bien a medida que disminuye la actividad motora también se reduce la función de las cuerdas vocales, el diafragma y los pulmones.

“Los cambios en el habla a menudo ocurren incluso antes que los trastornos de la función motora, razón por la cual la alteración del habla podría ser el primer signo de la enfermedad”, mencionaron los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Applied Sciences.

Los pacientes con Parkinson en etapa temprana pueden hablar de una manera más tranquila, que también puede ser monótona, menos expresiva y más lenta. Ahora bien, a medida que la enfermedad avanza, la ronquera, el tartamudeo, la pronunciación de palabras arrastrada y la pérdida de pausas entre palabras pueden volverse más evidentes.

Teniendo en cuenta estos síntomas, los investigadores lituanos desarrollaron un sistema para detectar la enfermedad antes. “Nuestro método está diseñado para facilitar el diagnóstico temprano de la enfermedad y rastrear la efectividad del tratamiento”, enfatizaron, luego de informar que han utilizado inteligencia artificial (IA) para analizar y evaluar las señales del habla, donde los cálculos y los diagnósticos se realizan en segundos, en lugar de horas.

Las últimas investigaciones han revelado que un paciente con Parkinson carece de dopamina. | Foto: Getty Images

Así, en una cabina insonorizada, emplearon un micrófono para grabar el habla de pacientes sanos y con Parkinson, y el algoritmo de inteligencia artificial “aprendió” a hacer el procesamiento de señales evaluando estas grabaciones. “Nuestros resultados tienen un potencial científico muy alto. No obstante, todavía queda un largo y desafiante camino por recorrer antes de que pueda aplicarse en la práctica clínica diaria”, puntualizaron dichos profesionales.

Las últimas investigaciones han revelado que un paciente con Parkinson carece de dopamina en el cerebro; sin embargo, otros factores pueden influir en el desencadenamiento de dicha enfermedad. Cabe mencionar que la dopamina, es una sustancia química que se produce dentro del cerebro, esta regula el estado de ánimo de una persona y también es responsable de que el cuerpo pueda llevar a cabo los diferentes movimientos corporales que una persona necesita realizar a diario.

Según los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación en las primeras etapas de la enfermedad, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Además, es posible que los brazos no se balanceen cuando la persona camina y el habla puede volverse suave o incomprensible.

Primeros síntomas

Depresión:

  • Es un problema que suele presentarse en la mayoría de pacientes que padecen de una enfermedad crónica e incluso este puede ser un síntoma de la enfermedad antes de que se comiencen a presentar los síntomas físicos.
  • Los fármacos utilizados para combatir esta patología, pueden causar depresión; sin embargo, los antidepresivos frenan con éxito tanto las depresiones como los cambios emocionales. Se estima que un 40 % de los pacientes con Parkinson padece de depresión.
Se estima que un 40 % de los pacientes con Parkinson padece de depresión. | Foto: Getty Images

Temblores:

  • Consiste en un movimiento rítmico hacia atrás y hacia adelante. Generalmente, comienza en la mano, aunque en ocasiones afecta primero a un pie o a la mandíbula, lo que también afecta de manera directa al habla.
  • Se agudiza en reposo o bajo situaciones tensas y tiende a desaparecer durante el sueño. Puede afectar solo a un lado o a una parte del cuerpo o puede presentarse en varias partes.

*Con información de Europa Press.

Los pacientes con Parkinson necesitan un tratamiento farmacológico y unos hábitos especiales de alimentación. | Foto: Foto: Getty Images.