La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que compromete las articulaciones que garantizan movimiento como el de las manos, los pies, las rodillas, los codos y hombros. Se caracteriza por producir dolor, inflamación e incapacidad para realizar diferentes acciones, afectando notablemente la calidad de vida de quienes la padecen.
Esta enfermedad afecta alrededor de 23,7 millones de personas en todo el mundo y, aunque puede aparecer en cualquier edad, es común entre la cuarta y la quinta década de vida. Además de la sensación de rigidez articular, es común que las personas experimenten fatiga, cansancio, anemia crónica, y pérdida de peso y de apetito al despertarse.
En Colombia, para el 2020, se reportaron 102.649 casos de AR, de los cuales el 84% corresponde a mujeres. En adición a esto, la hipertensión arterial (33,38%) y la osteoporosis (19,30%) son las comorbilidades más frecuentes en la población que padece esta enfermedad, de acuerdo con la Cuenta de Alto Costo, entidad encargada de registrar los pacientes atendidos por el sistema de salud nacional con diagnóstico de artritis reumatoide.
Dadas las múltiples afecciones que esta puede llegar a producir, se considera una enfermedad discapacitante, pues, de acuerdo con Maria Teresa Bedoya, gerente médica de reumatología de AbbVie, “la artritis reumatoide moderada a grave tiene un alto impacto en el bienestar físico, social y psicológico de los pacientes, llegándose a presentar casos de depresión, ansiedad y baja autoestima”, vivencias que naturalmente pueden impactar sobre los planos familiares, sociales o laborales de estas personas.
Por eso, el propósito clínico de esta enfermedad es alcanzar la remisión clínica, es decir, el estado óptimo del paciente, donde se controla totalmente el dolor y la inflamación para que este pueda realizar todas las actividades de su vida diaria con normalidad.
La vitamina para combatir la artritis reumatoide
La alimentación, además del ejercicio, son clave para aliviar los síntomas y molestias generados por esta enfermedad y una de las vitaminas que no debe faltar en la dieta para prevenir su desarrollo es la C.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que este nutriente es clave para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo.
Se utiliza para formar una proteína importante utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos; también para reparar y mantener los cartílagos, los huesos y los dientes, precisa la citada fuente.
Evidencia científica indica que la deficiencia de este nutriente en el cuerpo está relacionada con dolor e inflamación de las articulaciones. Una investigación realizada por la Universidad de Manchester en Inglaterra, y publicada en Annals of the Rheumatic Diseases, determinó que las personas con una ingesta diaria alta de esta vitamina proveniente de frutas y verduras tienen tres veces menos posibilidades de desarrollar esta dolorosa enfermedad que quienes consumen dietas menos saludables.
Los investigadores compararon las dietas de 73 pacientes con artritis reumatoide de mediana y avanzada edad con las de 146 individuos sin la enfermedad. Hallaron que los participantes del estudio con los niveles más bajos de ingesta diaria de frutas y verduras tenían el doble del riesgo de padecer artritis reumatoide, en comparación con personas con una alta ingesta de alimentos repletos de dichos nutrientes.
Para los investigadores, una de las mejores formas o una de las más fáciles para prevenir el desarrollo de este doloroso padecimiento es consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, pues esta cantidad aporta más de la vitamina C considerada como protectora en el análisis.