La avena se ha popularizado como uno de los alimentos ideales para una dieta saludable, gracias a sus propiedades beneficiosas para la salud y su versatilidad para incluirla en las preparaciones.
En sus distintas presentaciones, la avena puede ser consumida fría, caliente, con leche, a modo de postre o utilizarse como harina para panqueques. Sin duda, se trata de un ingrediente complementario para una buena alimentación.
Pero para poder aprovechar sus beneficios es importante antes conocer cómo se debe consumir para evitar molestias como la inflamación.
¿Por qué la avena causa gases?
La avena es un cereal rico en fibra, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición, una porción de 100 gramos de avena puede tener aproximadamente 5,6 de fibra, más de lo que tiene el arroz blanco, la harina de trigo blanca o la sémola de trigo.
Si bien se trata de un componente bueno para el organismo, vale aclarar que este cereal contiene tanto fibra soluble como insoluble, y esta última cuando es fermentada puede provocar gases u otros malestares como la inflamación.
Según explica el blog Lékué, durante la digestión, las bacterias del intestino se encargan de desintegrar los alimentos que no fueron correctamente digeridos, como es el caso de la fibra. En este proceso, se pueden producir pequeñas cantidades de gas como resultado de la fermentación de la fibra.
¿Cómo consumirla correctamente?
No cabe duda de que la avena es uno de los productos más saludables que se pueden incluir en la alimentación. Según la Fundación Española de la Nutrición, este cereal es una fuente rica en nutrientes como el calcio, magnesio, potasio, fósforo, así como en Vitamina B, Vitamina B6 y Vitamina E.
Asimismo, por su contenido en fibra y proteínas se caracteriza por ser un alimento que produce una sensación de saciedad, lo cual lo hace ideal como una alternativa ante otros alimentos o para calmar el hambre entre comidas.
Sin embargo, para evitar molestias digestivas, la ingesta de este cereal debe ser regular, equilibrada y debe ser solo un ingrediente adicional de una dieta balanceada.
Algunos consejos para consumirla correctamente y evitar un exceso de gases son:
- Agregar una mayor cantidad de fibra a la dieta, de forma regular, poco a poco. De esta forma, el sistema digestivo se acostumbra a la ingesta de fibra y se prepara para procesarla.
- Remojar la avena antes de consumirla facilita su digestión y no le resta propiedades nutricionales.
- Utilizar la avena en distintas preparaciones o probar con otras de sus presentaciones puede ser una opción. Sin embargo, se cuestiona si conserva sus propiedades tras ser combinada con otros ingredientes.
- Cocinar la avena, así se facilita su digestión.
Algunas preparaciones con avena
Leche y crema de avena
Ingredientes:
- 1 vaso de agua (250 ml)
- 1 cucharada de copos de avena (10 g)
- Miel o estevia (al gusto)
Preparación: Batir una cucharada sopera de avena por cada vaso de agua a temperatura ambiente, esto hasta que el agua tome un color blanco. Luego, colar el agua y endulzar al gusto con la miel. Esta bebida se puede tomar fría o caliente, como reemplazo de la leche de vaca.
Para lograr la consistencia de batido, se puede agregar más avena y menos cantidad de agua.
Desayuno con avena
Ingredientes
- 1 banana
- 1 kiwi
- Yogur griego (al gusto)
- 1 cuadrado de chocolate negro
- 2 cucharadas de avena en hojuelas (20 g)
- 2 cucharadas de frutos secos o semillas mixtas (40 g)
- Leche (animal o vegetal)
- Opcional: uvas, fresas, higos, ciruelas pasas u otras piezas de fruta
Preparación: en un recipiente añadir una capa de frutos secos o semillas mixtas, sobre esta agregar entre 2 y 4 cucharadas de yogur griego. Luego, añadir una capa de banano, cortado en rodajas finas. Esparcir la avena por todo el recipiente y colocar el chocolate negro en el centro. Todos estos ingredientes se deben bañar con un poco de leche, mientras se mezcla con una cuchara.