El cuerpo necesita con frecuencia vitaminas y minerales para funcionar correctamente, pero no siempre en las mismas cantidades, pues la necesidad de un niño de cuatro años no es igual a la de un adulto joven o maduro, y menos la de una persona de la tercera edad.
Otro de los factores que irremediablemente influye es la cantidad de producción, que tiene cada cuerpo cuando está en cierta edad, por lo cual, es común ver que un organismo joven produzca los niveles necesarios de sustancias para su desarrollo óptimo, pero en la vejez, ya no exista la misma producción.
En ese sentido, hay que decir, por ejemplo, que la vitamina C, que de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es “necesaria para el crecimiento y desarrollo normales”. Es hidrosoluble, es decir, que se disuelve en agua; el cuerpo mantiene algunas reservas y expulsa mediante la orina aquello que ‘le sobra’.
Según Mayo Clinic y Medline Plus, la vitamina C cumple estas funciones:
- Ayuda en la formación de una proteína vital para la creación de músculo, tejido, vasos sanguíneos, tendones, ligamentos.
- Proceso de cicatrización.
- Ayuda a la absorción de hierro.
Asimismo, MC destaca que la vita C es posible encontrarla en “frutas cítricas, las bayas, las papas, los tomates, los pimientos, el repollo, las coles de Bruselas, el brócoli y las espinacas”. Así como también es posible hallarla en pastillas o cápsulas, como suplemento.
Así las cosas, la cantidad de vitamina C que el ser humano debe consumir, conforme la edad que tenga, de acuerdo con Mundo Deportivo, es:
- Bebé de 0 a 6 meses: 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses: 50 mg
- Bebés de 1 a 3 años: 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: 45 mg
- Adolescentes de 14 a 18 años: 70 mg
- Mujeres adultas: 75 mg
- Hombres adultos: 90 mg
- Embarazadas 85: mg
- Mujeres en periodo de lactancia: 120 mg
Hay que decir que, según el Manual MSD, “algunas vitaminas (como las vitaminas C y E) y minerales (como el selenio) actúan como antioxidantes, al igual que otras sustancias presentes en las frutas y las verduras (como el betacaroteno). Los antioxidantes protegen las células del daño ocasionado por los radicales libres, que son productos derivados de la actividad normal de las células”.
Estos son los alimentos que tienen mayor contenido de esta vitamina:
- “Grosella negra: 189 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Guayaba: 180 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Perejil: 166 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Pimiento rojo: 140 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Coles de Bruselas: 112 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Brócoli: 110 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Kiwi: 100 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Bulbo de hinojo: 93 mg de vitamina C por cada 100 g.
- Papaya: 70 mg de vitamina C por cada 100 g.
Sin embargo, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.