Para tener una buena condición de salud basta una alimentación sana y, en casos específicos, acorde a las necesidades. Si la cuestión, por ejemplo, es reducir el colesterol y mejorar la digestión, una recomendación en la dieta diaria es la mandarina o la infusión a base de sus cáscaras.
El Instituto de Química Orgánica en Bulgaria descubrió que la mandarina puede contribuir con las afecciones gastrointestinales debido a la presencia de pectina. Se trata de un tipo de fibra capaz de absorber el exceso de líquidos y en la correcta humectación de las heces, “para que estas puedan ser expulsadas de manera natural, evitando el estreñimiento”, explicó el portal especializado UnCOMO.
Por otra parte, según la American Chemical Society, la cáscara de mandarina puede reducir el colesterol y contribuir con la limpieza de la sangre, debido a que contiene 20 veces más antioxidantes que la pulpa. Así mismo, se ha comprobado su utilidad para ayudar a reducir los triglicéridos, gracias a su alta concentración de flavonoides, que además mejoran la función de los vasos sanguíneos.
Pero la mandarina, o sus cáscaras, tienen más bondades, entre ellas prevenir la aparición de tumores cancerígenos, debido a su presencia de antioxidantes, 20 veces mayor que los de la pulpa, como explicó el Comité Cítricos de Chile.
En ello coincide la Escuela de Farmacia de Leicester, que ha demostrado que la cáscara de mandarina puede ayudar a evitar el cáncer, dado que uno de sus compuestos, Salvestrol Q40, al parecer ha derrotado células cancerígenas con enzimas P450 y CYP1B, como se comprobó en unos estudios.
La mandarina, incluso, contribuye con el manejo de la tensión arterial, es decir, la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de estos vasos sanguíneos.
La Organización Mundial de la Salud aconseja que los adultos consuman al menos 3.510 miligramos (mg) de potasio al día. Una de las frutas que contiene este mineral es la mandarina, por ello su consumo regular, en el marco de una dieta equilibrada, ayuda a controlar la tensión, debido a que el potasio contribuye a eliminar el exceso de sodio por la orina.
Infusión a base de cáscara de mandarina
- Medio litro de agua
- Cáscaras de mandarina
- Una cucharadita de miel.
Para preparar una infusión de cáscara de mandarina basta poner a hervir agua en la ducha y, una vez hervida, agregar las cáscaras.
Luego de agregadas las cáscaras, tapar el recipiente durante 10 minutos para que logre concentrarse la cáscara de mandarina.
El último paso es retirar las cáscaras del recipiente con ayuda de un colador antes de servir la infusión. Ya servida, agregarle miel para endulzar.
Manzana y espinaca, útiles para el colesterol
Cuando de reducir el colesterol malo y los triglicéridos se trata, la cuestión no solo es dejar de consumir alimentos que poco le aportan al organismo, sino acudir a frutas que pueden ayudar a ‘barrer’ estas sustancias, entre ellas, la manzana.
Un estudio de la Universidad de Reading, en el Reino Unido, comprobó que la manzana puede ser una gran aliada para quienes desean mejorar su salud cardiovascular, ¿por qué? Porque entre sus bondades está la reducción de los niveles de grasa en el organismo. Además, tiene compuestos que contribuyen con el metabolismo de los lípidos.
La manzana es rica en fibra, vitamina A, vitamina C, calcio, magnesio, potasio, hierro y flavonoides. Y se le reconoce por la ayuda que ofrece al proceso digestivo y la prevención de enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes e hipertensión. Es una fruta conocida por su sabor simple, pero es una de las más ricas en fibra.
De 100 gramos de esta fruta, 2,4 son de pura fibra, que es muy importante para el funcionamiento óptimo del organismo, debido a que es la encargada de regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.