La cerveza puede ser una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, siendo una de las opciones más versátiles no solo para amenizar reuniones y fiestas, sino que se presta para todo tipo de planes, desde los tranquilos en casa, un maridaje con comida especial, un recurso de hidratación en días calurosos y hasta como catalizador en algunos eventos laborales que permiten un poco de frescura.
Aunque la cerveza sea una bebida alcohólica, es una de las que menos concentración de esta sustancia tiene y a pesar de ello, tiene muchos beneficios para la salud, pues sus componentes no solo son buenos para el organismo, sino que ayudan al buen funcionamiento de este, eso sí, haciendo la salvedad que en ningún momento está avalado el consumo de cerveza en exceso.
Son aproximadamente 4° o 5° grados de alcohol los que tienen la mayoría de cervezas convencionales en el mundo, excluyendo las que son realizadas de una forma especial y podrían tener unos grados adicionales de acuerdo al objetivo específico de su empresa. Además, el aporte calórico es moderado, aportando 45 kcal por cada 100 ml, dando adicionalmente numerosas vitaminas hidrosolubles y fibra, minerales y una baja concentración de sodio.
Pero, sin lugar a duda, hay uno de los componentes de la cerveza que sería el rey entre los que son beneficiosos para la salud: el lúpulo. Tal como afirman los investigadores sobre la cerveza, el Prof. y Dr. Anton Piendl, y el Dr. Javier Posada, experto de la Escuela de Cerveza y Malta, a la revista española Nutrición Comunitaria, este es un sedante suave y un amargor estimulante del apetito.
Por otro lado, uno de los ingredientes más conocidos de la cerveza es la malta, proporciona a esta bebida los carbohidratos, minerales y los ácidos orgánicos y vitaminas importantes para la salud. Ahora, cabe resaltar que el elemento que se presenta en más concentración en este licor es el agua: “es el mayor y más importante componente de la cerveza, con 92 g/100 g. El poder refrescante de la cerveza se debe tanto a su alto contenido en agua como a los minerales que contiene”, señalaron los expertos
Además, Piendl y Posada también agregaron que en cuanto al contenido calórico, cada 100 ml de cerveza contiene entre 30 y 40 kcal, por lo que no aumenta mucho en la dieta siempre y cuando se tome con moderación, puesto que una botella que comúnmente se vende en el comercio tiende a tener aproximadamente 400 mililitros.
Estos son algunos tipos de cerveza de acuerdo a su proceso de fermentación:
- Cervezas ale: son de fermentación alta, a una temperatura de entre 18 y los 24 grados aproximadamente.
- Cervezas lager: de fermentación baja, tienden a ser transparentes y con sabor equilibrado, limpio y refrescante.
- Cervezas lámbicas: surgen como resultado de una fermentación espontánea llevada a cabo por una combinación de levaduras y bacterias. Son claras, con poca espuma y ácidas.
- Cervezas negras: su sabor suele ser más fuerte
Según La Fundación Española del Corazón, estas son algunas de las propiedades de la cerveza, una bebida que, lejos de tener calorías vacías, contiene muchos nutrientes:
- Contiene ácido fólico.
- Es rica en proteínas e hidratos de carbono, algunos en forma de fibra soluble.
- Aporta minerales como el fósforo, silicio, potasio y sodio y vitaminas del grupo B.
- Es rica en lúpulo, sustancia que contiene polifenoles con propiedades antioxidantes y efectos beneficiosos sobre el envejecimiento y el riesgo cardiovascular.
Además, según estudios realizados por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición ICTAN y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC de España, la cerveza disminuye el riesgo de diabetes, mejora la densidad ósea, mejora la salud mental, es antioxidante, aumenta el colesterol bueno, es buena para el estómago, previene el alzhéimer, el cáncer y las piedras en el riñón.