El momento del día en que se ingieren los alimentos es un factor que cada vez se tiene más en cuenta como elemento determinante de algunos aspectos de salud.

Ahora bien, el cuerpo tiene un sistema de cronómetros biológicos, conocidos como ciclos circadianos. Estos se regulan en respuesta a la luz y la oscuridad, y sincronizan un buen número de funciones del organismo: liberación de hormonas, regulación de los patrones de sueño, temperatura corporal y digestión de alimentos, según el portal Mejor con Salud.

En relación con la comida, los expertos apuntan que una desincronización de estos ritmos puede conducir a un mayor riesgo de obesidad, peor salud metabólica y desajuste de la sensación hambre-saciedad.

De hecho, se conoce que comer más cantidad en las horas más tardías del día, conlleva un mayor riesgo de sobrepeso, hiperglucemia o problemas de lípidos en sangre. Sin embargo, dichos estudios se basan en observaciones y, por lo tanto, no es posible determinar las causas y las consecuencias.

Una desincronización de estos ritmos puede conducir a un mayor riesgo de obesidad, | Foto: Peter Dazeley

¿Cuál es la mejor hora para comer?

Actualmente, existen una gran variedad de jornadas laborales y de actividades diarias. Lo cual se traduce, en patrones alimentarios muy diversos donde las comidas y los snacks pueden variar en el horario.

En concreto, si se habla de la cena, como se mencionó antes, es difícil concretar la mejor hora del día para comerla. En este caso, no solo hay que tener en cuenta los efectos que pueda tener en la salud, sino también en la calidad del sueño.

Como señalan los autores de esta recopilación de estudios, comer en las últimas horas del día se asocia con mayor incidencia de obesidad y síndrome metabólico. Esto es más determinante en personas que se acuestan temprano.

Según palabras del dietista Alexis Supran para Cleveland Clinic, la causa de esta reacción es que el cuerpo es más sensible a la acción de la insulina durante la mañana, por lo que el metabolismo es más eficiente.

Asimismo, puede ser que las personas que comen más en la noche y más tarde, hagan peores elecciones dietéticas. Por lo tanto, esto puede afectar la calidad de la alimentación y el aporte de nutrientes.

Comer muy cerca de la hora de acostarse o hacerlo en abundancia, puede afectar la digestión de la cena y provocar más interrupciones en el sueño. | Foto: Getty Images

En última instancia, comer muy cerca de la hora de acostarse o hacerlo en abundancia, puede afectar la digestión de la cena y provocar más interrupciones en el sueño, así lo indican desde la Sleep Foundation, que además, recomiendan tomar la cena entre 3 y 4 horas antes de ir a dormir. Asimismo, se recomienda que esta sea ligera y de fácil digestión.

Tener a mano refrigerios saludables, ya sea en casa, en el trabajo o cuando se está haciendo otras actividades. | Foto: GettyImages

Consejos para elegir la mejor hora del día para comer:

  • Planificar las comidas con anticipación, para poder comer a tiempo y de manera saludable.
  • Adquirir el hábito de disfrutar la comida y comer despacio, con el fin de saborear los alimentos y tener una mejor digestión.
  • Con el objetivo de tener unos horarios de comidas más adaptados a las necesidades del organismo, puede ser necesario cambiar algunas rutinas. Esto se puede hacer de forma paulatina, buscando cuál es la mejor manera de encajar ambas realidades.

Por último, sea cual sea la hora del día elegida para comer, es importante instaurar el horario de forma rutinaria, según sugieren diferentes artículos, como el publicado en la revista Journal of Lipid and Atherosclerosis.

Cabe recordar que la hora en la que se come, siempre tiene que ir ligada a una cantidad adecuada de nutrientes, con base a las necesidades energéticas del día, y que la dieta tiene que basarse en alimentos sanos y nutritivos.