Una investigación publicada en el International Journal of Audiology muestra que el coronavirus puede causar problemas de oído en más de un paciente. Según los expertos de la Universidad de Manchester, que analizaron 56 estudios hechos en el Reino Unido, la prevalencia de la pérdida de audición fue del 7,6 por ciento, mientras que la del zumbido en los oídos o tinnitus fue de 14,8 por ciento. Por último, hubo 7,2 por ciento en preeminencia de vértigo.
Los autores del análisis dicen que es necesario seguir analizando los efectos a largo plazo de la covid-19 en el sistema auditivo para confirmar si esa relación es de causa y efecto. Sin embargo, es sabido que algunos virus graves como la meningitis, el sarampión y las paperas pueden dañar el oído humano. Por lo tanto, la relación entre este virus y los problemas de audición no sería rara.
Caminar y chatear: los efectos en la movilidad
Un estudio desarrollado por académicos del Instituto de Tecnología de Kioto en Japón reveló que una sola persona con la cabeza gacha, mirando su celular mientras camina, puede afectar a toda una masa de personas tratando de movilizarse.
El artículo, publicado en la revista Science Advances, se basó en el comportamiento de dos grupos de estudiantes: unos que caminaban hacia una dirección y otros en sentido contrario, en un recorrido de casi 10 metros de largo. Cuando todos miraban hacia el frente, los jóvenes intuitivamente formaban carriles y encontraban la manera de moverse y esquivar a los otros. Por el contrario, cuando les pidieron a tres alumnos utilizar sus celulares mientras andaban y ubicarse al frente del grupo, hubo una disminución dramática en el ritmo.
Lo más llamativo es que unas cuantas personas desatentas en la caminata podrían cambiar el comportamiento de más de 50 personas. Mirar el celular, por lo tanto, podría tener un efecto en la movilidad porque hace que los movimientos sean más impredecibles. Por el contrario, las personas que fijan la mirada hacia donde se dirigen dan pistas sobre a qué lugar pretenden moverse a continuación.
¿Los gorditos viven más?
Buenas noticias para aquellos que cuentan con un par de kilos más de su peso saludable. Investigadores de The Ohio State University encontraron que las personas entre 50 y 60 años con sobrepeso ligero viven más tiempo. Es decir, tener un índice de masa corporal alto en la edad adulta puede aumentar la probabilidad de una expectativa de vida más larga.
El estudio se basó en una revisión de datos que desde 1948 ha recopilado el Framingham Heart Study con 4.576 pacientes. La conclusión es que quienes incrementan su peso gradualmente viven más que quienes mantienen un peso normal toda su vida. También superan en longevidad a quienes tienen sobrepeso en su juventud y adelgazan después o a los que tienen sobrepeso y se mantienen. A pesar de esto, el análisis resalta que la obesidad sigue siendo mortal, pues aquellos con sobrepeso y obesidad probablemente tendrán una vida más corta. El trabajo está disponible en la revista Annals of Epidemiology.
El estrechón de manos volverá
En su libro The Handshake: A Gripping History, la paleontóloga y bióloga evolutiva Ella Al-Shamahi señala que es imposible que el saludo de manos desaparezca. La experta de University College London asegura que el tacto tiene un gran efecto para los humanos, y el apretón de manos es un gesto biológico, parte de nuestro ADN. Como los dedos y las palmas están cargados de receptores sensoriales, ese saludo puede provocar la liberación de oxitocina, hormona vinculada a la confianza, los vínculos sociales y los instintos protectores. También libera dopamina. Y, según Al-Shamahi, hay evidencia de apretones de manos desde Mesopotamia, hace 3.000 años, así como en los saludos en los campos de batalla de los que habla Homero en La Ilíada. Por eso, la pandemia no tendrá el poder de acabarlos.