El sistema inmunitario es uno de los más importantes para el correcto funcionamiento del cuerpo. De hecho, este se encarga de la defensa natural del organismo frente a los virus e infecciones y está formado por diferentes células, tejidos y órganos que funciona de forma conjunta para proteger el cuerpo. Cuando este sistema deja de funcionar correctamente, se vuelve más vulnerables a contraer enfermedades como diabetes mellitus de tipo 1, la artritis reumatoide o la anemia.
De acuerdo con National Heart, Lung and Blood Institute, la anemia es una enfermedad que se desarrolla cuando la sangre produce una cantidad inferior a la normal de glóbulos rojos sanos, los cuales contienen una proteína llamada hemoglobina, que transporta oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo.
Entre los síntomas que caracterizan esta enfermedad están los siguientes que da a conocer el portal web Tua Saúde:
- Cansancio frecuente.
- Falta de apetito.
- Problemas de memoria o dificultad para concentrarse.
- Ganas de comer cosas que no son comestibles, como ladrillos o tierra.
- Mareos.
- Alteración de los latidos cardíacos, en algunos casos.
- Falta de disposición.
- Dolor de cabeza constante.
- Debilidad de las uñas y el cabello.
Cuando estos síntomas se presenta, el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos, los cuales contiene hemoglobina, una proteína rica en hierro que ayuda a los glóbulos rojos a transportar el oxígeno de sus pulmones al resto de su cuerpo.
De hecho, la deficiencia de ácido fólico también puede ser la causante de la anemia, además de los cuadros de diarrea, encanecimiento del cabello, úlceras bucales, úlcera péptica, retraso en le crecimiento e hinchazón de la lengua.
Como tal, el ácido fólicos y el folato son un tipo de vitamina B (vitamina B9). Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el folato es una vitamina que se encuentra naturalmente en los alimentos como las hortalizad de hojas verdes, frutas cítricas y frijoles. En cuanto al ácido fólico, este es un folato artificial sintético que se encuentra en suplementos y en algunos alimentos fortificados.
El folato tiene como principales funciones: ayuda en el crecimiento de los tejidos y en el trabajo celular; trabaja junto con la vitamina B12 y la vitamina C para ayudar al cuerpo a descomponer, utilizar y crear nuevas proteínas; ayuda a la formación de los glóbulos rojos y produce ADN, el pilar fundamental del cuerpo humano, que transporta información genética.
Efectos secundarios del ácido fólico
Esta vitamina no causa daño cuando se usa en los niveles recomendados. Cuando este se disuelve en agua, normalmente se eliminar por medio de la orina, por lo que el exceso de ácido fólico no se acumula en la vías urinarias. Como recomendación, lo expertos de Medline Plus señalan que las personas no deben consumir más de 1.000 mcg por día, porque su exceso puede disminuir la deficiencia de la vitamina B12 en el organismo. Entre las recomendaciones para obtener los requerimientos diarios de vitaminas esenciales es consumir una gran variedad de alimentos.
Ácido fólico para las mujeres en estado de embarazo
Por otra parte, el consumo de ácido fólico puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos defectos congénitos, tales como espina bífida y anencefalia. Por ello, las mujeres que están en edad fértil deben tomar al menos 400 microgramos de este suplemento todos los días. En cuanto a las mujeres que están embarazadas, deben tomar 600 mcg al día, y en caso de esperar gemelos se debe consumir 1000 mcg al día.
“Para los bebés desde su nacimiento hasta los 12 meses, el Comité de Nutrición y Alimentos (Food and Nutrition Board) estableció una ingesta aceptable para el folato que es equivalente a la ingesta media de folato en bebés lactantes y saludables en los Estados Unidos”.