La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, de acuerdo con Medline Plus, portal web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por tal razón, para saber si una persona es diabética esta debe tener algunos síntomas y adicional sus niveles de glucosa deben estar elevados y para saberlo, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.
Cuando el metabolismo de la insulina no funciona correctamente, las células de los tejidos dejan de asimilar correctamente la glucosa y esta se acumula en la sangre. La voz de alarma debe saltar cuando los niveles de glucosa en sangre estando en ayunas se sitúan entre 100 y 125 mg/dl y después de comer entre los 140 y los 199 mg/dl.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que existen varios tipos de diabetes: la diabetes sacarina de tipo 2 que se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce; mientras que la diabetes sacarina de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son:
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Hambre extrema.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Visión borrosa.
- Llagas que tardan en cicatrizar.
- Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.
Muchas personas con diabetes tienen momentos en los que sudan demasiado y el portal Esperanza en Diabetes reveló que “la sudoración excesiva en los diabéticos se debe a dos causas:
- Hipoglucemia. Se debe a una bajada de azúcar que, si no se trata rápidamente, puede derivar en perdida del conocimiento e incluso en coma diabético. Es una complicación que puede ocurrirle de vez en cuando a cualquier persona diabética.
- Daño nervioso. La segunda causa que provoca una sudoración excesiva en personas con diabetes no es tan habitual y es más peligrosa. Se debe al daño que sufre el sistema nervioso autónomo, que es el que controla las acciones involuntarias tales como los latidos cardíacos, la presión arterial y la transpiración”.
Ambas condiciones pueden ser controladas a través del control de la enfermedad como, por ejemplo:
1. Realizar actividad física. Las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
2. Controlar el estrés. El estrés aumenta los niveles de azúcar en la sangre, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
3. Dormir bien. Hasta una sola noche de muy poco sueño puede hacer que el cuerpo use la insulina de manera menos eficaz.
4. Beber agua. El líquido ayuda con la eliminación de desechos. No obstante, el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.