De acuerdo con la Clínica Mayo, la menopausia es aquella etapa donde finalizan los ciclos menstruales que aparecen entre los 40 y los 50 años de edad.

Aunque es una fase de la vida en la que la mujer ve el cambio de su cuerpo y un desequilibrio hormonal que no ha experimentado, donde evidencia síntomas, tales como, escalofríos, sofocos, alteraciones de sueño, sudoración excesiva y con mayor frecuencia en la noche, entre otros, muchos son los hábitos que puede transformar para su calidad de vida.

Asimismo, tras la llegada de la menopausia aumentan las probabilidades de desarrollar algunos problemas de salud, como por ejemplo:

  • Osteoporosis: de acuerdo con la Clínica Mayo, esta enfermedad afecta los huesos, debilitándolos, causando fracturas por leves movimientos. La entidad explica que estas lesiones son recurrentes en las muñecas, la columna vertebral y la cadera.
  • Aumento de peso: aunque lo que se desea es mantener un peso ideal, esto en la mayoría de los casos no sucede porque el metabolismo de la mujer se vuelve lento, por lo que necesita cambiar, quizá, un plan de alimentación apto para su condición física acompañado de actividades físicas.

La dieta para no engordar tras la llegada de la menopausia

Un artículo publicado por Mejor con Salud explica que el ayuno intermitente puede ser una opción tras la llegada de la menopausia para mantener un peso adecuado.

La Clínica Mayo revela tres opciones de ayuno intermitente, sin embargo, se recomienda consultar con un especialista para el diseño de este plan de alimentación.

El ayuno intermitente es un método que cada vez coge más fuerza entre las personas que buscan perder peso; no es recomendado para todo el mundo y debe ser guiado por un nutricionista o experto en la salud.

El ayuno intermitente tiene múltiples beneficios en la salud del organismo. | Foto: Getty Images

Para empezar, el ayuno intermitente consiste en restringir la ingesta de comida por un determinado tiempo, por lo que se considera que puede contribuir en la pérdida de peso. Entre tanto, existen varias maneras de llevar a cabo este tipo de ayuno. La Clínica Mayo explica dos:

  • Un ayuno de 16 horas: por ocho horas, una persona debe consumir alimentos. Posteriormente, durante las siguientes 16 debe restringir su ingesta.
  • Dos días de ayuno: la entidad de investigación americana explica que durante cinco días de la semana se debe tener un plan alimenticio normal, y durante los otros dos, no se debe hacer ingesta de alimentos.

No obstante, el artículo titulado: ‘Ayuno intermitente y enfermedad cardiovascular: evidencia actual y preguntas sin resolver’, presidido por Benjamín D. Horne, asegura que aunque hay posibles efectos positivos con este tipo de ayuno en los seres humanos, no hay evidencia científica que corrobore esto, sin embargo, se adelantan algunas investigaciones. Además, el sitio web sugiere no desayunar para no despertar el apetito debido a que los ciclos hormonales inciden en esto.

Foto referencia sobre frutas y verduras. | Foto: Getty Images

Entre tanto, un plan de alimentación balanceado rico en frutas y verduras es ideal para que el organismo reciba los minerales y nutrientes que necesita en este cambio hormonal.

Por consiguiente, los alimentos que son ricos en grasas malas como los trans y las saturadas se deben evitar porque son dañinas para el cuerpo, influyendo en el desarrollo de otras afecciones que impactan de manera negativa el corazón.

“La OMS recomienda que la ingesta de grasas trans se limite a menos del 1% de la ingesta calórica total, lo que se traduce en menos de 2,2 g/día en un régimen alimentario de 2.000 calorías”, precisa la Organización Mundial para la Salud (OMS).

Para complementar esta dieta es importante disminuir los carbohidratos, mismos que le dan energía al cuerpo porque pueden contribuir en el aumento de peso. Asimismo, el consumo de proteínas son primordiales en esta etapa donde la grasa se traslada, en algunos casos, a la zona abdominal.