Con el paso del tiempo el rostro va cambiando. Las arrugas van apareciendo y las líneas de expresión y las populares “patas de gallo” se acentúan aún más. Aunque la vejez es un proceso natural, existen diferentes factores que pueden contribuir a la aparición de arrugas prematuras.
“Si bien la genética es la que determina principalmente la estructura y la textura de la piel, la exposición solar es una de las causas principales de la aparición de arrugas, en especial, en las personas de piel clara. Los contaminantes y el tabaquismo también contribuyen a la aparición de arrugas”, apunta Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Las arrugas aparecen por la disminución de producción de colágeno, la proteína que brinda elasticidad y tensión a la piel. Mientras pasan los años, las arrugas van apareciendo paulatinamente. Tener una alimentación equilibrada es clave para que la piel reciba los nutrientes necesarios y se mantenga sana.
De acuerdo con el portal web de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica, a los 20 años en la cara aún no hay arrugas. No obstante, cinco años después pueden aparecer arrugas finas en la frente y en los pliegues nasales. Luego, a los 30 años, estas arrugas se acentúan, haciéndose más evidentes en el rostro.
“Generalmente, entre los 20 y 30 años, la piel femenina parece más vieja que la del hombre de la misma edad. A los 35 años, los surcos que determinan las arrugas frontales, debajo de los párpados inferiores, la pata de gallo y los pliegues naso genianos cobran más intensidad y aparecen las arrugas delante de las orejas”, señala la entidad.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y el cual está más expuesto a verse afectado por diferentes factores, además del envejecimiento natural. Es importante tener un estilo de vida que contribuya al cuidado de la piel y a disminuir el riesgo de arrugas prematuras. En el mercado existen diferentes tratamientos, productos y alternativas para lucir un rostro joven y sano.
“Debemos aceptar que no hay ningún órgano que pueda sufrir tantas variantes como la piel, no solo entre los diferentes sujetos, sino en las distintas zonas cutáneas de cada uno, y se puede afirmar, que estas variaciones están condicionadas por factores biológicos individuales de índole muy diversa y por otros agentes ambientales”, apunta la Sociedad.
Mascarillas para cuidar la piel
Mascarilla de miel, huevo y aceite de oliva
El aceite de oliva tiene contenido alto de omega-3 y vitamina E, esta última ayuda en el proceso de prevención del envejecimiento prematuro, causado por el estrés oxidativo, de acuerdo con el informe realizado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Esta mascarilla puede ser aplicada en el rostro y en la zona del cuello, la cual pierde elasticidad y firmeza. La miel, el huevo y el aceite de oliva brinda hidratación y son perfectos para el cuidado de la piel de esta zona.
Ingredientes
- Dos cucharadas de miel.
- Dos yemas de huevo.
- Dos cucharaditas de aceite de oliva
Preparación
- Agregar todos los ingredientes en una taza.
- Mezclar muy bien para que el producto sea homogéneo.
- Limpiar el rostro y cuello, antes de aplicar la mascarilla.
- Aplicar el producto, realizando masajes circulares en toda la cara y cuello.
- Dejar actuar por 15 minutos.
- Enjuagar las zonas con abundante agua fría.
Mascarilla de aguacate
Ingredientes
- ½ taza de miel.
- Un aguacate (maduro).
Preparación
- Extraer la pulpa del aguacate.
- Triturarla muy bien, con la ayuda de un tenedor.
- Mezclar el aguacate con la miel.
- Lavar el rostro antes de aplicar la mascarilla (también se puede en el cuello).
- Dejar el producto actúe durante 20 minutos.
- Retirar con agua fría. Se puede realizar este tratamiento dos veces a la semana, para mejorar el aspecto de la piel.