Las arrugas son el resultado de una combinación de factores como la edad, el tabaquismo y la exposición al sol, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, se hacen más visibles a los 40 años, pues “en líneas generales, a partir de los 35 o 40 años ya se aprecian signos que indican que nuestro rostro está cambiando. Son, sobre todo, arrugas de expresión en el tercio superior: entrecejo, frente y patas de gallo. También se comienzan a vislumbrar las pequeñas líneas alrededor de los labios, así como las comisuras de los labios que tienden a ir hacia abajo”, le aseguró la médico estético Pilar Gualda a la revista de moda Elle.

Asimismo, la Revista de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica explicó que a los 45 años las arrugas del cuello se unen con las de las orejas y se acentúan las arrugas suborbitarias.

Adicionalmente, señaló que a los 50 años aparecen las arrugas de las manos y se intensifican las del dorso de la nariz, el lóbulo de la oreja y el mentón.

A los 55 años se extienden las arrugas desde el lóbulo de la oreja y el mentón hasta el labio superior.

Finalmente, anotó que a los 60 años aparecen las arrugas en los labios superiores y a los 70 años se profundizan las arrugas ya mencionadas.

Por ello, la entidad sin ánimo de lucro en su portal web explicó diversos procedimientos para suavizar las arrugas.

  • Exfoliación por láser. En la exfoliación por láser ablativa (que provoca laceración), un rayo láser destruye la capa externa de la piel (epidermis) y calienta la que se encuentra debajo (dermis). Esto estimula el crecimiento de nuevas fibras de colágeno. A medida que la herida cicatriza, se forma una piel más suave y más firme. La exfoliación por láser no puede eliminar el exceso de piel ni la piel flácida.
  • Rejuvenecimiento fotodinámico. La terapia fotodinámica puede tratar las arrugas finas causadas por la exposición al sol. Es posible que se necesite repetir los tratamientos, pero la recuperación de la terapia fotodinámica es más corta que con la exfoliación con láser.
  • Exfoliación química. El médico aplica una solución química a la piel para eliminar las capas superiores. La piel que vuelve a crecer después de una exfoliación química es más lisa. Dependiendo de la profundidad de la exfoliación, se pueden necesitar varios tratamientos antes de ver una diferencia en la piel. El enrojecimiento dura varias semanas. Los posibles efectos secundarios incluyen cicatrices, infección y aclaración u oscurecimiento del color de la piel.
  • Dermoabrasión. La dermoabrasión lija la capa superficial de la piel con un cepillo de rotación rápida. En su lugar, crece nueva piel.
  • Microdermoabrasión. Similar a la dermoabrasión, esta técnica solo elimina una capa fina de piel y se necesitará una serie de tratamientos durante meses para obtener resultados modestos y temporales.
  • Toxina botulínica tipo A (bótox). Cuando se inyecta en pequeñas dosis en músculos específicos, el bótox evita que los músculos se contraigan. Cuando los músculos no pueden contraerse, la piel tiene un aspecto más suave y menos arrugado.
  • Rellenos de tejido blando. Los rellenos de tejido blando, que contienen grasa, colágeno y ácido hialurónico, pueden inyectarse en las arrugas del rostro. Rellenan y alisan tanto las arrugas como los surcos.
  • Estiramiento facial. El procedimiento de estiramiento facial consiste en tensar el músculo y los tejidos subyacentes. Puede hacerse en un hospital o en un centro quirúrgico ambulatorio, con anestésico local, sedación o anestesia general.

De todos modos, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.