La ingesta de una alimentación saludable es importante no solo para cuidar la salud en general, sino también la de la boca y los dientes. Si no se sigue una dieta adecuada, es más probable que se presenten problemas de caries o enfermedad periodontal o de las encías.
Una dieta rica en vitaminas y minerales puede fortalecer naturalmente el esmalte dental y, además, proteger los dientes contra alimentos y bebidas que causan erosión ácida. El portal Canal Salud, de España, indica que para mantener dientes sanos es importante incluir en la alimentación productos que contengan vitaminas C, D y A, flúor y calcio.
Precisamente, el calcio es uno de los nutrientes que no deberían faltar en la alimentación si de cuidar los dientes y los huesos se trata. Uno de los productos que más lo aporta es el queso, el cual también contiene la proteína caseína, que estabiliza y repara el esmalte.
De acuerdo con información de la compañía Colgate, en su página web, este alimento previene la caries, la enfermedad más común de los dientes. Esto se debe a que posee propiedades cariostáticas y aporta para evitar la desmineralización del esmalte. Adicionalmente, el queso tiene una elevada tasa de eliminación de azúcar por lo que ayudaría a acabar con la glucosa disuelta en la saliva.
Un estudio publicado en General Dentistry, la revista de la Academia Americana de Odontología General, determinó que comer queso eleva el pH bucal de los pacientes y disminuye su riesgo de padecer deterioro dental.
En la investigación se midió el pH en la boca de 68 niños de entre 12 y 15 años para descubrir las variaciones en éste luego de consumir diferentes productos lácteos, entre ellos, el queso. Al comer yogur y leche descubrieron que el pH bucal no presentaba variaciones, lo que sí ocurría cuando los participantes en el estudio consumían queso. El pH aumentaba rápidamente, lo que supone un beneficio para la salud bucodental.
Los expertos explican que el pH de la boca no debe descender de valores de 5,5 ya que la acidez es lo que favorece la multiplicación de las bacterias en la boca y, como consecuencia, la aparición de caries dentales. Además, en el análisis se determinó que algunos componentes de este alimento se adherían al esmalte dental protegiéndolo del ácido, lo que lo convierten en una doble barrera de protección frente a las caries.
Vitaminas clave para los dientes
Además de comer queso que le aporta mucho calcio a los dientes, también es importante la ingesta de algunas vitaminas. Una de ellas es la D que le ayuda al cuerpo a absorber el mencionado mineral. Esta es determinante para la salud de los dientes, pues además de aumentar la densidad mineral con el calcio, también ayuda a absorber, transportar y depositarlo en los huesos que sostienen los dientes.
Los expertos indican que el 99 % del calcio que existe en el organismo se encuentra en los huesos y dientes y el 1 % restante está en la sangre, en el líquido extracelular y en el tejido adiposo.
Son muy pocos los alimentos que contienen la vitamina D en forma natural. Los productos fortificados aportan la mayor parte la misma. Los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado, se encuentran entre las mejores fuentes naturales de la misma. El hígado de ganado vacuno, la yema de huevo y el queso contienen cantidades pequeñas. También se puede encontrar en los hongos.
Además, hay otras vitaminas que son clave para fortalecer los dientes. La A, por ejemplo, ayuda a mantener sanas las encías y mineralizar el esmalte dental. También previene la boca seca y es útil para cicatrizar rápidamente cualquier herida. La mayoría de los alimentos que la contienen son de color naranja y en este grupo destacan las mandarinas, albaricoques, calabazas y las zanahorias.
Por su parte, la C fortalece las encías y las mucosas de la boca. Protege contra la gingivitis, la etapa temprana de la enfermedad de las encías, y puede evitar que los dientes se aflojen. Los cítricos son ricos en vitamina C, pero también puede encontrarse en verduras de hoja verde.