Con el paso de los años, uno de los padecimientos que más afectan la salud de los pacientes en edad avanzada es el dolor en sus articulaciones, situación que se presenta debido a la pérdida de fuerza y vitalidad de los huesos; sin embargo, este padecimiento se hace más agudo y suele presentarse a temprana edad en pacientes sedentarios y que tienen malos hábitos alimentarios.
Lo anterior describe a la artritis, una afección inflamatoria crónica que afecta las articulaciones, causando dolor, hinchazón, rigidez y sensibilidad de una o más de las articulaciones. Por lo general, las personas que padecen esta afección a menudo buscan métodos naturales para aliviar sus síntomas.
Además de esta patología, con el paso de los años también puede aparecer la artrosis, conocida como osteoartritis, que según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, solo afecta las articulaciones, usualmente en las manos, las rodillas, las caderas, el cuello y la parte inferior de la espalda.
“En una articulación sana, los extremos de los huesos están cubiertos con un tejido suave y resbaloso llamado cartílago. El cartílago protege los huesos y les ayuda a deslizarse fácilmente cuando mueve la articulación. Con la osteoartritis, el cartílago se rompe y se vuelve áspero. En ocasiones, todo el cartílago se desgasta y los huesos se frotan entre sí, y pueden crecer protuberancias de hueso adicional en el área de la articulación llamadas espolones óseos”, explica la entidad en mención.
A pesar de que este tipo de enfermedades degenerativas no tienen cura, se puede aliviar sus síntomas por medio de superalimentos y remedios caseros. De hecho, el portal web Artritispr aconseja el consumo de especias como el ajo, el cual se caracteriza por ser un potente antiinflamatorio, que ayuda a desinflamar las articulaciones. También posee un efecto analgésico que ayudaría a reducir el dolor que puede producir la artritis.
Frente a sus beneficios, un estudio realizado en el año 2013, detalló que el ajo tendría la capacidad de inhibir la producción de citoquinas, sustancias que aumentan la inflamación. De acuerdo a la recomendación de los expertos, la forma más adecuada de utilizarlo y mantener sus propiedades es consumirlo crudo, sin cocción.
Otro beneficio importante que aporta el ajo al organismo es que mejora la circulación sanguínea, gracias su contenido de vitamina B, lo que ayuda a reducir el riesgo de sufrir eventos trombóticos, pues esta vitamina evita la coagulación de la sangre y también contribuye a la reducción del colesterol.
¿Cómo consumir esta especia?
“La mejor forma para aprovechar estos beneficios es comer el ajo crudo en ayunas, pero no quiere decir que tengas que comerlo de forma directa, ya que puedes incluirlo en ensaladas o en jugos”, recomienda el portal web Gastrolab.
Si se desea consumir de otra manera diferente a la habitual, sazonando las comidas, lo recomendable es consultar a un nutricionista para recibir atención profesional adecuada sobre este alimento y sobre la frecuencia con la cual debe ser ingerido. Cabe aclarar que comer ajo no reemplaza un tratamiento médico para combatir la artritis ni un tratamiento para problemas de digestión.
Los beneficios para el cuerpo de comerse un diente de ajo en la noche
El portal de La Verdad, en su sección de estilo y vida, explica que varios estudios han destacado el consumo de ajo en las noches, lo cual puede servir como relajante natural, conciliador del sueño y ante el insomnio, debido a sus compuestos que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Adicionalmente, es fuente de antioxidantes que aportan para prevenir la oxidación causada por los radicales libres en las diferentes células del organismo, ayudando, entre otras cosas, a prevenir el envejecimiento.
A su vez, puede ayudar a regular la presión arterial y mitigar dolores de cabeza. Sin embargo, de ser consumido en las noches, lo ideal y recomendado por expertos es no hacerlo en su estado crudo, sino más bien como infusión. Lo primero para hacer una bebida de ajo es hervirla en una taza de agua. Allí, debe dejarse cocinar por 10 minutos, y luego, a fuego lento se tapa. Por último, la infusión natural deberá dejarse enfriar, para posteriormente ser colada y consumida.
Son muchas las propiedades que sobresalen del ajo. Algunas de ellas son sus “efectos antiinflamatorios, cardioprotectores, antioxidantes y antimicrobianos. Sus componentes como el selenio, el magnesio y algunos aminoácidos favorecen el organismo de diversas maneras. Desde neutralizar radicales libres hasta reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer”, precisó la fuente citada.