La inactividad física es un factor de riesgo para el desarrollo de varias enfermedades como la diabetes, que, según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 422 millones de personas en todo el mundo padecen.

Tal como explica la Clínica Mayo, la diabetes tipo 1 no se puede prevenir mientras que la prediabetes y la diabetes tipo 2, sí.

Entre tanto, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) señala que por lo menos el 70 % de estadounidenses tienen sobrepeso, por lo que aconseja mantener hábitos sanos en los que se incluya un plan de alimentación saludable.

Asimismo, menciona que se deben considerar algunas de las variables que causan sobrepeso, como por ejemplo:

No dormir

Esta actividad es fundamental para el cuerpo. De acuerdo con el National Institute Health (NIH), “el sueño afecta tanto la salud física como la mental”, por lo que es tan saludable que le brinda bienestar al cuerpo.

Asimismo, precisa que “durante la noche, los órganos y los procesos internos trabajan arduamente”. Por ende, cuando una persona tiene insomnio, puede experimentar hambre y consumir más calorías de las que debe, lo que incide en su peso corporal.

Los dispositivos electrónicos, previo a dormir, pueden detonar insomnio. | Foto: Getty Images / yanyong

La afectación de las emociones

La enciclopedia médica señala que la tristeza o incluso el estrés pueden incitar a comer. Aunque no se tenga hambre, en algunas personas estas condiciones de salud generan un incremento de apetito, el cual puede también estar asociado con depresión. La Clínica Mayo indica que este trastorno emocional “causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades”.

Mejor con Salud puntualiza, en uno de sus artículos, que la ansiedad también se puede ver relacionada con el aumento de peso en donde de manera desaforada una persona puede comer, controlando así sus emociones.

Algunos licuados y jugos ayudan a quitar la ansiedad de comer. | Foto: peter dazeley/Getty Images

Factor familiar

MedlinePlus también afirma que crecer en una familia con hábitos malsanos como no hacer ejercicio junto con un plan de alimentación compuesto de alimentos azucarados y ricos en grasa saturada, aumenta las calorías del cuerpo, por lo que sugiere:

  • Restringir el consumo de alcohol.
  • Consumir frutas y verduras reduciendo la ingesta de azúcar y sal junto con otros alimentos que tengan un alto nivel calórico.

Mundo Deportivo indica que la cúrcuma, gracias a uno de sus ingredientes esenciales, la curcumina, podría ‘barrer’ la grasa abdominal, beneficiando la salud del cuerpo en general.

Esta poderosa raíz podrá quitar los molestos hongos de los pies. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

Beneficios de la cúrcuma

La revista Cuerpomente señala que la curcumina puede actuar combatiendo la inflamación del tejido adiposo, que también se conoce como grasa corporal, provocando una disminución de grasa, y por ende, colaborar con la pérdida de peso.

Además señala que la curcumina está compuesta de polifenoles que son antioxidantes. Estos, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), “son compuestos químicos que interactúan con los radicales libres y los neutralizan, lo que les impide causar daño”.

No obstante, como se mencionó anteriormente, realizar ejercicio puede ayudar a la pérdida de peso porque activa el metabolismo.

Por esto, el portal de salud Tua Saúde, asegura que los ejercicios que se enfocan en la pérdida de grasa en el abdomen son los de alta y mediana intensidad. Las actividades físicas se deben hacer como mínimo 3 veces a la semana.

No obstante, si se realizan con mayor frecuencia, los resultados serán más visibles. El “climber”, por ejemplo, colabora con la quema de grasa y tonifica los músculos, no solo de esa zona sino también de los brazos.

¿En qué consiste?

  1. Acostarse boca abajo, en una superficie plana.
  1. Con los brazos completamente estirados y apoyados en el suelo, levantar el torso y como si se estuviera haciendo bicicleta, iniciar el ejercicio, es decir, llevar las rodillas al pecho, una seguida de la otra.