El orégano es una planta de color verde oliva de origen mediterráneo que se usa generalmente en la cocina para dar aroma y sabor a múltiples platos, pero que también puede tener efectos medicinales.
El portal Mejor con Salud señala que la infusión de orégano sirve para tratar el estreñimiento. Sin embargo, el consumo en exceso puede general malestar estomacal.
Entre tanto, Salud 180 afirma que el té de orégano es una buena opción para aliviar síntomas asociados a problemas estomacales como, por ejemplo, la acidez. En el mismo sentido, asegura que el consumo de esta planta dos veces al día, durante seis semanas, “ayuda a combatir los parásitos”.
Según el portal unCOMO, esta planta actúa “como un antibiótico natural que ayuda a eliminar diferentes afecciones infecciosas provocadas por bacterias como la Salmonella typhimurium, Staphylococcus epidermidis o la Escherichia coli, entre otras”.
De igual forma, señaló que la infusión sirve para calmar los dolores menstruales, fortalecer el sistema inmunitario, combatir la congestión nasal, promover la salud cardiovascular, aliviar el dolor articular, calmar el dolor de muelas y tratar las infecciones de la piel, pero puede causar irritación cuando se aplica en concentraciones superiores al 1 %.
Huesos
El orégano es considerado como un antioxidante natural. Tiene calcio, hierro, potasio, zinc y magnesio.
Expertos aseguran que gracias al principio activo del orégano, llamado beta-cariofilina, se le atribuyen propiedades antiinflamatorias. Es por ello que puede ayudar a las personas que tienen afecciones de los huesos, como la osteoporosis, pues contiene vitamina E y polifenoles que combaten el daño de los radicales libres y el envejecimiento prematuro; principales causas del impacto óseo.
Por su parte, científicos de la Universidad de Bonn, en Alemania, señalan que también puede ser efectivo en la mejora de síntomas de la arteriosclerosis, la cual se da por la “acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias”, según la Clínica de Mayo.
También se afirma que esta especia natural tiene una significativa concentración de vitamina K, calcio y hierro, hecho por el cual toda la estructura ósea se ve beneficiada.
Sumado a esto, el orégano también sirve para:
- Ayudar a disminuir el colesterol.
- Mejorar la digestión.
- Actuar como expectorante, sobre los bronquios.
- Reducir dolores musculares.
- Controlar la diabetes.
- Bajar de peso.
- Combatir virus, bacterias y hongos.
Respecto a su ingesta, el portal Tua Saúde consigna que la forma más común para preparar el orégano es a través de un té. Su receta es muy fácil y económica.
Ingredientes: una cucharada de orégano fresco o seco y una taza de agua hirviendo.
Preparación: colocar el orégano en la taza de agua hirviendo y dejar reposar durante cinco a diez minutos. Después, colar y beber tibio, entre dos a tres tazas por día.
Cabe mencionar que las infusiones o té con especias suelen beberse de manera rápida para aprovechar todas las propiedades, además no hay que exceder la cantidad de tazas por día y no mezclar con alimentos.
Recomendaciones para una buena digestión
Por esta razón, el portal web Dos Farma da a conocer varios consejos para garantizar una buena digestión:
- De vez en cuando, la ansiedad y las ganas de comer hace que la persona no sea consciente de la cantidad de alimentos que ingiere en un corto tiempo. Por ello, lo más recomendable es comer despacio y masticar muchas veces el alimento para facilitar el proceso digestivo.
- La alimentación debe ser variada, incluyendo una gran cantidad de vegetales y frutas. Asimismo, es importante consumir las cantidades indicadas dependiendo de la edad y de la actividad física que se realiza a diario.
- Consumir diariamente agua es esencial para mantener un sistema digestivo saludable. Como tal, el agua, junto con las fibras contenidas en los alimentos vegetales, favorecen el tránsito intestinal y la eliminación de los desechos sólidos.
- Es importante evitar el consumo de alimentos que irriten el aparato digestivo como las comidas picantes, el alcohol o el tabaco.
- Para la mayoría de enfermedades, siempre es recomendable hacer ejercicio para mantener una buena condición física. De hecho, caminar ayuda a favorecer la movilidad intestinal y el movimiento del producto de la digestión, facilitando su eliminación.
- Antes de manipular algún alimento o consumirlo, es importante lavarse las manos correctamente para evitar enfermedades del estómago por bacterias. Unas manos contaminadas pueden llegar a tener 4.700 tipos de diferentes gérmenes.