El ejercicio es, sin lugar a dudas, uno de los hábitos más recomendados por los profesionales de la salud. Los especialistas en el tema aconsejan hacer actividad física como mínimo tres veces a la semana. El ejercicio le aporta al cuerpo humano una gran cantidad de beneficios relacionados con la salud.
Aunque cabe mencionar que la actividad física se debe ejecutar con la supervisión de un especialista en el tema, esto con el fin de evitar caer en errores de forma. El ejercicio, por ejemplo, ayuda a fortalecer el sistema o aparato respiratorio, uno de los más importantes del organismo. También mejora la respuesta del sistema inmune.
Por su parte, la obesidad “significa pesar más de lo que es saludable para una determinada estatura. La obesidad es una enfermedad crónica y grave. Puede llevar a otros problemas de salud, incluyendo diabetes, enfermedad cardíaca y algunos cánceres. Consumir más calorías de las que su cuerpo utiliza puede llevar a que se presente obesidad. Esto se debe a que el cuerpo almacena las calorías que no utiliza como grasa”, dice Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
La obesidad es una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad. Las personas que llevan una dieta alimenticia rica en grasas dañinas, sodio y azúcares corren un mayor riesgo de padecer, en alguna etapa de su vida, obesidad. Si no se trata o se controla de buena manera, este trastorno tan común a nivel mundial puede llevar a la muerte.
Sobre el ejercicio y la obesidad es importante resaltar que cuando no se lleva a cabo el hábito mencionado y se padece el trastorno en cuestión, se aumenta, posiblemente, el riesgo de sufrir una enfermedad cerebral demasiado grave. Se trata del Alzheimer.
De acuerdo con Mayo Clinic, instituto internacional de investigación clínica, los siguientes factores podrían aumentar el riesgo de padecer un trastorno cerebral como el Alzheimer:
- Falta de ejercicio.
- Obesidad.
- Fumar o estar expuesto al humo de segunda mano.
- Presión o tensión arterial alta.
- Colesterol alto.
- Diabetes tipo 2, en caso de ser mal controlada.
“Estos factores pueden modificarse. Por lo tanto, cambiar los hábitos del estilo de vida puede alterar el riesgo en un determinado grado. Por ejemplo, hacer ejercicio periódicamente y llevar una alimentación baja en grasas y rica en frutas y verduras se relacionan con un menor riesgo de tener enfermedad de Alzheimer”, afirma la entidad.
Referencias científicas
Obesidad, Medline Plus.
Alzheimer, Mayo Clinic.