La vitamina B12 es un nutriente importante para el organismo, especialmente para el metabolismo de las proteínas, para la formación de glóbulos rojos en la sangre y para el mantenimiento del sistema nervioso central.

Cuando no se tiene una alimentación rica en esta vitamina u otros factores pueden manifestarse síntomas. Es importante que al momento de observarlos se consulte a un doctor.

Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explican que si la deficiencia de vitamina B-12 no es tratada oportunamente puede causar síntomas como anemia, fatiga, debilidad muscular, problemas intestinales, daño en los nervios y trastornos del estado de ánimo.

Las personas que tienen una alimentación vegetariana o vegana tiene un riesgo alto de padecer esta deficiencia. Asimismo, los adultos mayores que tienen afecciones del tracto digestivo que afecten la absorción correcta de los nutrientes.

Quienes tienen una dieta vegana tienen un riesgo alto de padecer déficit de este nutriente.

Es importante que en caso de contar con alguna de estas características se consulte a un doctor para trabajar en estos factores de riesgo y evitar esta deficiencia. Asimismo, es de gran relevancia no autodiagnosticarse ni automedicarse. No es recomendable consumir suplementos multivitamínicos sin la supervisión de un profesional, ya que se puede poner en riesgo la salud.

La cantidad de vitamina B12 que necesita cada persona varía de la etapa de la vida en la que se encuentre. Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala la ingesta adecuada que se recomienda en cada individuo:

Lactantes (IA)

  • 0 a 6 meses: 0.4 microgramos por día (mcg/día)
  • 7 a 12 meses: 0.5 mcg/día

Niños (CDR)

  • 1 a 3 años: 0.9 mcg/día
  • 4 a 8 años: 1.2 mcg/día
  • 9 a 13 años: 1.8 mcg/día

Adolescentes y adultos (CDR)

  • Hombres y mujeres de 14 años en adelante: 2.4 mcg/día
  • Mujeres y adolescentes embarazadas: 2.6 mcg/día
  • Mujeres y adolescentes lactantes: 2.8 mcg/día
No es recomendable consumir suplementos para suplir este déficit sin la supervisión de un doctor. Foto: Getty Images. | Foto: Yagi Studio

Déficit de otras vitaminas

Vitamina A: la carencia de esta vitamina es poco frecuente. Cuando esto sucede se pueden presentar dificultades en la visión o ceguera. Su déficit puede afectar gravemente el desarrollo de los niños. De acuerdo con Unicef, “la carencia de Vitamina A afecta en los países en desarrollo al sistema inmunológico de aproximadamente el 40 % de los niños menores de cinco años. Supone la muerte de un millón de niños y niñas cada año”, explica Mejor con Salud.

Vitamina D: la carencia de este tipo de vitamina puede producir cansancio, dolor o debilidad muscular, sobre todo en la parte inferior de la espalda y en las caderas.

Vitamina E: cuando hay un déficit grave de esta vitamina, se pueden presentar síntomas neurológicos como equilibrio y coordinación deficiente (ataxia), daños en los nervios sensoriales (neuropatía periférica), debilidad muscular y daños en la retina del ojo.

Vitamina K: hematomas (moretones) y problemas de sangrado debido a que la coagulación de la sangre es más lenta. Debilidad en los huesos y mayor riesgo de osteoporosis.

Vitamina C: cansancio y debilidad, encías inflamadas que sangran fácilmente en la base de los dientes, hemorragias en la piel y otras hemorragias. Por ejemplo, sangrado nasal, sangre en la orina o en las heces, estrías hemorrágicas debajo de las uñas y anemia.

Alimentación saludable

Los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan varios consejos que pueden ayudar a tener una alimentación saludable. Es importante consultar a un nutricionista y seguir las instrucciones y el plan de comidas señalado.

Limitar los azúcares añadidos

Tener una ingesta elevad de azúcar añadida en la alimentación diaria puede tener efectos negativos en la salud como es el incremento del peso, obesidad, diabetes y afecciones cardíacas. Es relevante aclarar que los azúcares añadidos no es la glucosa que contienen las frutas, sino alimentos y bebidas que son procesados.

Cuidado con la sal o sodio

El consumo elevado de sal puede poner en riesgo la salud de las personas. La OMS insiste en la importancia de reducir su ingesta.

Diversidad de colores

Para tener una alimentación equilibrada, los expertos de CDC recomiendan intentar tener un plato lleno de colores, es decir, lleno de diversas frutas y verduras.

Algunas recomendaciones para tener en cuenta:

  • Agregar hierbas frescas a las ensaladas.
  • Preparar salsa roja con tomates frescos y hierbas frescas.
  • Añadir vegetales cortados en cubos a guisos y tortillas.
  • Añadir fruta a cereales o yogures.