La artritis reumatoide, enfermedad que padecen más mujeres que hombres, está asociada a la falta de vitamina D, por lo que su consumo podría ayudar tanto a prevenirla como a tratarla, de acuerdo con la revista médica Nature Reviews Rheumatology y portales como Nutri-facts.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, a través de sus servicio en línea MedlinePlus, “la artritis reumatoide es una forma de artritis que causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. Puede afectar cualquier articulación, pero es común en las muñecas y los dedos”.
La patología, que suele desarrollarse a partir de la mediana edad, puede prevenirse con el consumo de vitamina D, como lo evidenciaron los investigadores Karim Raza, Louisa Jeffery y Martin Hewison en la entrevista de Nature Reviews.
Un ensayo clínico realizado por ellos demostró que la vitamina D posee propiedades antiproliferativas, antibacterianas y antiinflamatorias, de ahí que su presencia en el cuerpo evite, hasta cierto punto, la artritis reumatoide.
Los investigadores también optaron por aplicar a pacientes con artritis reumatoide algunas dosis de Vitamina D durante tres meses y los resultados fueron mejor de lo que se esperaba. El DAS28-CRP, sistema de cálculo de esta enfermedad, se redujo de 3,68 a 3,08.
Así mismo, una publicación del International Journal of Molecular Sciences, dejó ver que pacientes con altos niveles de esta vitamina en su organismo tenían un umbral del dolor mucho más alto, comparado con aquellas que presentaron cierta deficiencia previa de este micronutriente, a propósito de la artrosis reumatoide.
En cuanto a cómo adquirir la vitamina D, portales como Nutri-facts explicaron: “Las personas la obtienen a través de las fuentes alimentarias o de la exposición a los rayos ultravioleta. En el cuerpo, las enzimas del citocromo P450 la convierten en la forma metabólicamente activa”.
Tome nota: estos son los alimentos que aportan vitamina D
Según un estudio realizado en la Harvard Medical School, la deficiencia de vitamina D, definida como < 75 nmol /l, afecta a la mitad de adultos en los países desarrollados. Esta deficiencia resulta muy peligrosa para la salud.
Por otra parte, un estudio elaborado en Tehran University of Medical Sciences Iran explica que la deficiencia de vitamina D se relaciona con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, eso quiere decir que se asocia con obesidad y aumento de la parathormona y colesterol, factores de riesgo de patologías cardiovasculares como el infarto de corazón.
Para evitar la deficiencia de vitamina D, se deben consumir alimentos que la contengan, aunque realmente son muy pocos. Esta se encuentran presente en pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado.
Adicional, la vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales. También se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen solo vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes. Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).
Según un estudio elaborado en University Medical Center Boston, las personas necesitan de la exposición solar para cubrir los requerimientos de vitamina D. El 90 % de las necesidades pueden cubrirse con la exposición al sol.
Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la carencia de esta vitamina puede conducir a “una pérdida de densidad ósea, lo que puede llevar a sufrir osteoporosis y fracturas (huesos rotos). La deficiencia severa de la vitamina D también puede conducir a otras enfermedades. En niños, puede causar raquitismo (...) En adultos, la deficiencia severa de la vitamina D conduce a la osteomalacia, que causa huesos débiles, dolor en los huesos y debilidad muscular”.