El cerebro es importante para el funcionamiento del cuerpo humano, pues es considerado como el centro de control. “Controla los pensamientos, la memoria, el habla y los movimientos. Regula la función de muchos órganos. Cuando el cerebro está sano, funciona de forma rápida y automática. Sin embargo, cuando ocurren problemas, los resultados pueden ser devastadores”, explica Medline Plus.
Para mantener un cerebro sano se debe tener un estilo de vida saludable. Aunque hay algunas enfermedades cerebrales que son genéticas, hay otras en las que se desconoce su causa. La inflamación del cerebro es una de las afecciones que puede afectar las funciones cerebrales y causar pérdida de la vista, debilidad y parálisis.
Gracias al avance científico y médico, se han podido determinar diferentes hábitos para mejorar la salud del cerebro. Algunos de ellos están enfocados en la atención y el aprendizaje, mientras que otros tienen que ver con la alimentación.
Precisamente, la alimentación se tiene que basar en el consumo de vitaminas y proteínas para que estas fortalezcan al cerebro, porque de lo contrario, con la ausencia de los nutrientes, esta parte de cuerpo puede sufrir diferentes riesgos.
En este sentido, el portal Sevilla ABC indica que la falta de vitamina D provoca una reducción en las redes perineuronales en el hipocampo, la cual es fundamental para la formación y retención de la memoria.
¿Cómo saber si se tiene la cantidad de vitamina D necesaria?
Es importante realizar exámenes médicos regularmente para verificar el estado de salud general. Durante estos chequeos, el doctor puede recomendar un análisis de sangre para conocer los rangos de vitamina D que tiene el organismo.
Este nutriente es importante, especialmente, para la salud ósea. Así lo indican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
“Es un nutriente que el cuerpo necesita para fortalecer los huesos y mantenerlos saludables. Es por eso que el cuerpo solo puede absorber calcio, el componente principal del hueso, cuando la vitamina D está presente. La vitamina D también regula muchas otras funciones celulares en el cuerpo. Sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales”, explica el portal.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la vitamina D se mide en nanomoles por litro. A continuación, los rangos que indican si se tiene la cantidad necesaria:
- “Los niveles de 50 nmol/L (20 ng/mL) o superiores son suficientes en la mayoría de las personas para mantener la salud de los huesos y la salud general.
- Los niveles inferiores a 30 nmol/L (12 ng/mL) son demasiado bajos y podrían debilitar los huesos y perjudicar la salud.
Es importante resaltar que solo un doctor es quien puede recetar el consumo de cualquier suplemento. No es recomendable automedicarse, porque se puede poner en riesgo la salud. Los excesos de vitamina D por la ingesta de suplementos pueden causar náuseas, vómitos, cálculos renales, entre otros síntomas.
Vitamina D: los alimentos que más la contienen
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) señalan los alimentos que se destacan por su contenido elevado de vitamina D:
- “Los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado, se encuentran entre las mejores fuentes naturales de vitamina D.
- El hígado de ganado vacuno, la yema de huevo y el queso contienen cantidades pequeñas de vitamina D.
- Los hongos aportan algo de vitamina D. Algunos hongos se exponen a la luz ultravioleta para aumentar su contenido de vitamina D”.