Con frecuencia, algunas personas padecen de hemorragia nasales, mientras que otras rara vez las presentan. La mayoría de veces esto se presenta debido a irritaciones menores o resfriados y se da específicamente en la parte frontal del tabique nasal.
De acuerdo con el Manual MSD, existen muchas causas de las hemorragias nasales, las más frecuentes son por traumatismo, que pasa cuando se suena fuertemente o se hurga la nariz; y cuando se reseca el revestimiento interior húmero de las fosas nasas, que ocurre en época de invierno.
También existen otras causas que son menos frecuentes, pero que pueden aparecer, como las infecciones nasales, la inserción de cuerpo extraño, tumores nasales, trastornos en la coagulación y trastornos sistemáticos. Adicional a ello, la presión arterial alta puede contribuir a mantener una hemorragia nasal.
A su vez, los expertos señalan que la deficiencia de vitamina K en el organismo, es la causante del sangrado nasal. El portal web Terra indica que cuando la nariz se encuentra afectada constantemente, significa que el organismo requiere de mayores dosis de esta vitamina.
Según varios estudios, este nutriente tiene grandes beneficios para la salud, pues ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, refuerza la salud cardiovascular e incrementa la función muscular. De este modo, la vitamina K se puede encontrar en distintos alimentos como en las hortalizas de hojas verdes como la espinaca, col rizada (o berza), brócoli y lechuga; aceites vegetales; arándanos azules; higos; carne, queso, huevos y granos de soja.
Ahora bien, es importante tener presente que la ingesta de vitamina K es esencial para los hombres mayores de 20 años y según la recomendación de Terra, deben consumir, por día, 120 mcg, mientras que las mujeres mayores de 20 años deberá consumir una dosis de 90 mcg.
Cuidados ante un sangrado nasal
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, detalla algunos cuidados que se deben tener presente cuando se presenta una hemorragia nasal:
- Sentarse derecho e inclinarse hacia adelante: Cuando el cuerpo permanece derecho, se reduce la presión arterial en las venas de la nariz y esto ayuda a prevenir mayores sangrados. Así mismo, inclinarse hacia adelante permitirá que no se trague la sangre, ya que esta sustancia puede irritar el estómago.
- Sonarse suavemente: Luego del sangrado nasal, es importante sonarse la nariz de forma suave para eliminar los coágulos de sangre y luego, rociar ambos lados de la nariz con un descongestionante nasal.
- Presionar los lados de la nariz con el pulgar: Con ayuda del dedo pulgar y el índice, presionar ambos orificios nasales para cerrarlos. Después, respirar por la boca y enseguida, continuar presionando entre 10a 15 minutos. Esta técnica ayuda a ejercer presión en el sangrado del tabique nasal y a menudo detiene el flujo de sangre.
En caso de que el sangrado continúe después de 15 minutos, lo ideal es repetir la presión durante otros 10 minutos. Si persiste y se suman síntomas como mareo y aturdimiento, se debe acudir al médico para una valoración.