Los profesionales de la salud insisten de manera frecuente en llevar un plan de alimentación sano y equilibrado que contenga alimentos de todos los grupos con el fin de prevenir enfermedades que pueden surgir durante la infancia, la juventud o en la etapa del envejecimiento.
Hoy en día es frecuente que personas jóvenes o incluso niños sean diagnosticados con enfermedades que eran comunes en pacientes de avanzada edad, como la diebetes, la presión arterial alta o los niveles de colesterol elevados, todo esto gracias en su mayoría al abuso de comida ultraprocesada, cargada de grasa y con un alto contenido de azúcar.
Hoy en día, algunos profesionales han satanizado el consumo de carne roja, ya que aseguran que no se puede digerir de una manera óptima; tal como si se puede hacer con el pollo o los pescados azules como el salmón, la caballa, el atún, entre otros.
Sin embargo, una reciente investigación habla de los beneficios que trae comer carne y de las formas más óptimas de consumirlas para sacarles el máximo provecho. Una investigación publicada de manera reciente en la revista Antioxidants halló las propiedades antioxidantes y el alto valor biológico que tienen algunas proteínas, entre las que se destacan la ternera, el pollo, el cerdo y también el pescado.
El hallazgo que se llevó a cabo por profesionales de la Universidad de Osaka (Japón), determinó que dicho antioxidantes presentes en estas proteínas reducen el cansancio y previenen el riesgo de padecer demencia.
El antioxidante que se halló en estas proteínas es conocido como dipéptidos imidazoles, en medio de la investigación se pudo conocer que este tipo de antioxidantes tiene más oxígeno por cada átomo, lo cual combatiría ciertos efectos del envejecimiento.
The Objetive en su sección de cuidado personal y salud manifiesta que dicha investigación no quiere decir que ahora el plan de alimentación de las personas será solo carne, ya que abusar de ella también puede traer consecuencias negativas para la salud.
El medio aclara que en medio de una dieta saludable la carne no debería superar los 500 gramos semanales, lo que equivaldría a cuatro porciones de dicha proteína, es decir, que dos o tres raciones deberían ser de carne blanca como el pollo y el pescado y una de carne roja.
Cabe mencionar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la ingesta de carne puede desencadenar diversos tipos de cáncer; sin embargo, es pertinente aclarar que dicha entidad hace referencia a carne procesada como los embutidos, por eso, hay que limitar el consumo de carne en forma de hamburguesas, jamón salchichas, entre otros y la cena que se decida consumir siempre debe ser fresca más no ultraprocesada.
El portal también recuerda que la ingesta de carne a la parrilla tiene compuestos con potencial cancerígeno, debido a la presencia del humo y fuego en la misma, por lo que se recomienda consumirla de otra manera.
Antes la postura de tantos profesionales y contrariedades entre una investigación a otro, lo mejor es consultar con un profesional de la salud si se puede consumir o no carne; y que este mismo indique la frecuencia, las cantidades y el tipo de preparación. Cabe mencionar que las condiciones nutricionales no son iguales para todo los pacientes; además hay personas que padecen de determinadas enfermedades y deben limitar la ingesta de carne roja.