Pies hinchados, fríos y sensación de hormigueo son algunos de los síntomas que presentan las personas que sufren de problemas de circulación de sangre.
No tomar las medidas adecuadas para controlar esta situación puede llevar incuso a factores de riesgo que pueden desencadenar en ateroesclerosis, que es el endurecimiento de las arterias.
Entre las causas de una mala circulación de sangre en las extremidades se encuentran, por ejemplo, el tabaquismo, el consumo de alcohol, una dieta basada en alimentos ricos en grasas saturadas, sedentarismo, colesterol alto y presión arterial alta, obesidad o sobrepeso elevado, estrés e incluso factores hereditarios como son antecedentes familiares de ateroesclerosis.
Algunas de las señales que se presentan en las personas que sufren esta situación se destacan: Arañas vasculares, que se caracterizan por su color rojizo y por tener forma de telaraña. Los especialistas han señalado que se encuentran debajo de la piel, pero no sobresalen. Se producen por un mal retorno de la sangre, al igual que las varices.
Así mismo, varices y piernas muy hinchadas, debido a la debilidad de las paredes venosas, lo que provoca una acumulación de la sangre que hace que se ensanchen las venas, que hacen que aparezcan estas afecciones también conocidas como venas varicosas. Si bien no tiene un grado de gravedad muy alto, ignorarlas puede llevar a la aparición de coágulos en las varices (varicoflebitis) o hemorragias en ellas (varicorragias).
Otra de las causas es la sensación de hormigueo y calambres, que se produce porque los depósitos de grasa bloquean el flujo sanguíneo en las arterias impidiendo que la sangre fluya.
Se suma a los anteriores, el engrosamiento y cambio de color de las uñas de los pies, que incluso puede producir una variedad en las tonalidades de las mismas, azules o violetas debido a la falta de oxígeno. En algunos casos colores más oscuros que podría indicar que podemos sufrir alteraciones cardíacas o problemas respiratorios.
Una quinta alerta está relacionada con alteraciones en el color de la piel, ya que en algunos casos, pueden ser más blancos de lo normal o amoratados, pero también con manchas marrones (dermatitis ocre) o eccemas. En el caso de que una persona registre manchas marrones, se recomienda acudir a un especialista puesto que puede ser un síntoma que nos indique que tenemos un problema preocupante de circulación.
Otras alertas son: agotamiento y falta de rapidez en los movimientos, cambios de temperatura, piel muy dura, seca y acartonada, cicatrización lenta de heridas y claudicación intermitente (es un síntoma de la aterosclerosis).
Cómo prevenirla
- Evitar la misma posición durante el día, ya sea, sentado o de pie. Es aconsejable mover los pies y las piernas.
- Utilizar medias de compresión para evitar circulación colateral y/o varices.
- Poner los pies en alto, concretamente, por encima del corazón. En el caso de las mujeres embarazadas, lo ideal es dormir recostada sobre el lado izquierdo y, colocar una almohada entre las piernas para estar más cómoda.
- Calzado cómodo, que transpire y que lleve una suela que amortigüe y aísle. Otra recomendación es intentar no llevar un tacón excesivo.
De acuerdo con el portal Podoactiva, así mismo se aconseja practicar deporte, hidratarse por dentro y por fuera, masajearse, evitar fuentes de calor, visitar al podólogo y una dieta saludable.
Producto natural
Además de esas recomendaciones, se encuentra utilizar aloe vera o sábila para mejorar la circulación en las piernas, ya que contiene propiedades medicinales.
Se trata de un proceso sencillo que se puede realizar en la casa, para lo cual se necesita una hoja de aloe vera fresca y cortarla longitudinalmente para sacar el gel interior con una cuchara y aplicarlo directamente sobre la piel de las piernas.
Se deben realizar movimientos circulares para que el gel se absorba completamente. El consejo es realizar este procedimiento dos veces al día, preferiblemente por la mañana y por la noche.
Después de aplicarlo, la recomendación es dejarlo actuar durante al menos 20 a 30 minutos antes de enjuagarlo con agua tibia.
Los expertos, según el portal La verdad noticias, señalaron que utilizarlo de esta manera “permitirá que los nutrientes y compuestos activos del aloe vera se absorban en la piel y ejerzan su efecto beneficioso en la circulación”.
Sin embargo, señalaron que dejarlo más tiempo no tiene ningún inconveniente, “siempre y cuando no la persona no sienta ninguna irritación o malestar en la piel”.
El efecto depende de cada persona, ya que depende de la gravedad del problema circulatorio. “Muchos usuarios han reportado mejoras significativas después de unas semanas de uso regular”, de acuerdo con la publicación.
Finalmente, se advirtió que el aloe vera ayuda a fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos, mejora la elasticidad de la piel y promueve una mejor circulación sanguínea.
“Además, sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes pueden reducir la hinchazón y aliviar los síntomas asociados con las varices y la celulitis”, destacaron.