La presión arterial alta es conocida como el enemigo silencioso, pues es muy difícil de detectar y, por lo general, cuando aparece, lo hace a través de episodios donde la salud se ve bastante comprometida.
Esta silenciosa patología puede provocar ataques cardíacos y derrames cerebrales, entre otros episodios que cuando se dejan ver, ya han causado problemas serios en el organismo, debido a que no tiene síntomas evidentes y a que la mayoría de las personas desconocen que la padecen.
Para las personas que no lo saben, el corazón late cerca de 200.000 veces al día. Una acción de la que muchos no son conscientes, pero sin la cual no podrían vivir. Cada latido impulsa la sangre por las venas y hace que llegue a todo el cuerpo.
“La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al ser bombeada por el corazón. La presión arterial es más alta cuando el corazón se contrae, bombeando la sangre, y se denomina presión sistólica. Cuando el corazón está en reposo, entre latidos, la presión arterial baja y es llamada presión diastólica”, explican desde la Fundación Española del Corazón.
Asimismo, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que los niveles son:
- Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
La hipertensión está detrás de la mitad de los fallecimientos por cardiopatías y accidentes cardiovasculares, siendo catalogada como la primera causa de enfermedad de mortalidad en los países desarrollados.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada cinco adultos padecen de tensión arterial elevada, un trastorno que provoca cada año, complicaciones derivada y cerca de 9,4 millones de muertes en todo el mundo.
De esta manera, es importante mantener bien los niveles de presión arterial y controlar los factores que la suben, como el estrés, la obesidad, la ingesta de alcohol, el tabaquismo, el sedentarismo, el exceso de sal o una dieta poco saludable.
Por tal razón, existe una fruta que ayuda a regular la tensión arterial y trae varios beneficios. Se trata del limón, una fruta que se destaca por su acción antioxidante y depurativa, que además contiene vitamina C y polifenoles que ayudan a controlar la hipertensión. Asimismo, esta fruta ácida tiene vitamina B, la cual es capaz de evitar la insuficiencia cardíaca.
Otras frutas que contribuyen a regular la presión arterial
- El plátano: es otra de las frutas que son económicas y que es una gran aliada para tratar la hipertensión, gracias a su alto contenido en potasio, un mineral que ayuda a bajarla, así lo explica un estudio hecho por la Escuela de Medicina Saint George, en Londres.
- Los frutos rojos: tales como las fresas, los arándanos, las frambuesas y las grosellas, son frutos que contienen antocianinas, pues son compuestos que protegen a las personas de la presión arterial elevada,, según lo demuestra un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition.
- Las peras y las manzanas: de acuerdo a una investigación compartida por Hypertension, la revista de la Asociación Americana del Corazón y realizada por científicos de la Universidad de Queen’s en Belfast, mostraron que los alimentos ricos en flavonoides, como los estas frutas, tienen efectos positivos en los niveles de la presión arterial alta.