Tener una buena circulación es determinante para cuidar la salud del corazón. En este proceso la sangre se mueve por todo el cuerpo transportando oxígeno, nutrientes y otras sustancias que van desde el mencionado órgano al resto de las células y tejidos, precisa el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. En ese tránsito también se eliminan desechos, como el dióxido de carbono.
Afecciones como el colesterol elevado, la presión arterial alta y la diabetes juegan en contra del corazón, debido a que, entre otras cosas, inciden de forma negativa en la circulación de la sangre. Los alimentos ricos en fibras y antioxidantes son determinantes para evitar estos padecimientos y uno de ellos es la sandía.
Esta fruta a la que también se le llama patilla, es rica en vitaminas, agua y compuestos antioxidantes, con propiedades antiinflamatorias, hidratantes, diuréticas, anticancerígenas, digestivas y antihipertensivas, precisa el portal de salud Tua Saúde.
Sandía para evitar los coágulos
A este alimento se le reconoce por ser aliado del corazón. Información de la fundación estadounidense AARP, en su página web, asegura que este producto es rico en licopeno, un antioxidante que impulsa la circulación sanguínea y ayuda a que esta se mantenga libre de coágulos y se evite la formación de trombos.
Esto está muy relacionado con que gracias a su acción antioxidante y antiinflamatoria, impide la oxidación del colesterol LDL, conocido como “malo” en las arterias, previniendo así la formación de las placas de ateroesclerosis y el desarrollo de enfermedades cardíacas, como un infarto o el accidente cerebrovascular, indica Tua Saúde.
Además, el licopeno es capaz de aumentar la concentración de colesterol HDL “bueno”, por lo que los conductos sanguíneos se mantienen limpios permitiendo un normal flujo de la sangre.
En esta misma línea relacionada con los beneficios para el corazón, la citada fuente asegura que esta fruta contiene critrulina, un aminoácido que podría aumentar los niveles de óxido nítrico en el organismo, ayudando a que los vasos sanguíneos se expandan y favoreciendo la disminución de la presión arterial, lo que a su vez redunda en una mejor circulación.
Además, esta fruta también aporta potasio, un mineral que favorece la salida del exceso de sodio del organismo a través de la orina, ayudando a regular la tensión que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias.
Más beneficios
La sandía contribuye para que las personas tengan una piel y cabello saludables debido a la presencia de vitaminas A, C y licopeno. La vitamina C interviene en la síntesis de colágeno; la A contribuye a la regeneración celular y, el licopeno, ayuda a proteger la piel de los daños causados por los rayos ultravioleta del sol.
La parte roja de la sandía es rica en carotenoides antioxidantes, betacaroteno y licopeno que protegen la piel de los efectos nocivos del sol, mientras que la parte verde clara próxima a la cáscara es rica en nutrientes y por eso debe ser consumida siempre que sea posible.
De otro lado, este alimento es fuente de fibra, de manera que se convierte en una especie de laxante natural que alivia las molestias cuando se padece de estreñimiento ocasional. Además, este nutriente combinado con el agua que posee la fruta ayuda a limpiar los intestinos y a eliminar elementos tóxicos gracias a sus propiedades depurativas, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.
Adicionalmente, por su riqueza en agua contribuye a limpiar los riñones y la vejiga, algo que es vital para evitar el desarrollo de enfermedades relacionadas con estos órganos.
Un beneficios más tiene que ver con el cuidado de la visión. Esto se debe a su aporte en betacaroteno, un compuesto que en el cuerpo se transforma en vitamina A. Este nutriente es bueno para producir pigmentos en la retina del ojo y a ayuda a protegerse de la degeneración que pueden enfrentar los ojos con el paso de los años. Así mismo, la vitamina C que tiene la sandía permite combatir las cataratas.