El dolor cervical, también conocido como cervicalgia, es un síntoma que principalmente se origina en cualquier parte del cuello, incluyendo los nervios y discos intervertebrales.
Esta dolencia puede estar acompañada de rigidez en los músculos, además de mareos, dolores de cabeza y dificultades para ejecutar algunos movimientos.
La causa principal de complejidades cervicales consisten en las malas posturas, lo que también está asociado con estrés, lesiones y exceso de actividad física.
A continuación, se describen cinco formas de tratar el dolor cervical:
1. Compresas con infusión de ortiga
Las compresas calientes con infusión de ortiga actúan como una terapia relajante que disminuye la severidad de los dolores cervicales.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Isfahan (Irán), esta planta concentra sustancias antiinflamatorias que, tras ser asimiladas, calman la rigidez de los músculos comprometidos. Para su preparación es necesario:
Ingredientes
- 2 cucharadas de hojas secas de ortiga (20 g)
- 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
- Calentar una taza de agua y, una vez comience a hervir, agregarle la ortiga.
- Apagar el fuego y dejar que repose durante 10 minutos.
- Luego, pasarla a través de un colador y usar el líquido caliente.
Modo de uso
- Sumergir un paño o toalla en la infusión y aplicarla como compresa sobre la zona dolorida.
- Dejar que actúe durante 10 o 15 minutos y repiter su uso dos veces al día.
2. Infusión de hierba de San Juan
La hierba de San Juan es una planta conocida por sus compuestos medicinales, estos ayudan a calmar dolores como el que afecta el cuello.
Un estudio realizado por la Universidad de Cantabria certifica el poder antimicrobiano y antiinflamatorio de esta hierba, aunque recomienda usarla con cautela.
Su modo de preparación consiste en:
Ingredientes
- 1 cucharadita de hierba de San Juan (5 g)
- 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
- Hierve una taza de agua y, cuando esté bien caliente, agrégale la hierba de San Juan.
- Deja que repose 10 minutos y cuélala.
Modo de uso
- Consume la infusión hasta 2 veces al día, como complemento para reducir la tensión.
3. Masajes con aceites
La aplicación de masajes en la zona cervical es un método eficaz contra el dolor que impide mover la cabeza con normalidad. Estos producen una agradable sensación de calor en el músculo que, al estimular la circulación, facilita el alivio de la inflamación.
Ingredientes
- 2 cucharadas de aceite de almendras dulces (30 g)
- 1 cucharada de aceite esencial de lavanda (15 g)
Preparación
- Combinar los aceites en un recipiente hasta obtener una mezcla homogénea.
Modo de uso
- Frotar la preparación sobre el cuello y realizar suaves movimientos circulares durante 5 o 10 minutos.
- Es importante tener cuidado al ejecutar el masaje, ya que un mal movimiento puede empeorar la condición.
- Repetir su aplicación 2 veces al día si se considera necesario.
4. Aceite de oliva y sal del Himalaya
El combinado casero de aceite de oliva con sal del Himalaya es un antiguo remedio que facilita el alivio del dolor cervical, sobre todo cuando aparece por malas posturas o estrés. Así lo afirma un estudio realizado por la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre (Brasil).
Al realizar el masaje, los compuestos de la sal activan la circulación en la zona afectada y reduce la reacción inflamatoria que tensiona el músculo.
Ingredientes
- ½ taza de aceite de oliva prensado (100 g)
- ¼ de taza de sales del Himalaya (37,5 g)
Preparación
- Combinar los ingredientes en un recipiente hasta conseguir una pasta oleosa y granulada.
Modo de uso
- Frotar el tratamiento sobre la zona cervical dolorida y realizar un suave masaje durante 3 minutos.
- Luego, dejar que repose 20 minutos más y enjuagar con agua tibia.
- Repetir su uso hasta calmar por completo el dolor.
5. Compresas con té de boldo
El boldo es una planta medicinal que se ha hecho popular por su capacidad para limpiar el hígado.
Sin embargo, es importante saber que también funciona como antiespasmódico y relajante. Su uso en compresas reduce la rigidez muscular y alivia el dolor cervical. Sin embargo, algunos estudios aseguran que puede llegar a ser neurotóxico.
Ingredientes
- 2 cucharadas de hojas de boldo (20 g)
- 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
- Calentar una taza de agua y, cuando alcance su punto de ebullición, añadir las hojas de boldo.
- Reducir el fuego y dejar que se cocine durante 15 minutos.
- Pasado el tiempo indicado, filtrar la preparación con un colador y utilizarla lo más caliente posible.
Modo de uso
- Sumergir un paño o toalla en el té y aplicarlo en la zona afectada.
- Hacer el tratamiento durante 10 minutos y repetirlo dos veces al día si es pertinente.
A manera de conclusión, es importante tener en cuenta que, aunque estos remedios mitigan el dolor, es necesario complementar su uso con ejercicios que relajen la zona. De igual forma, se aconseja tomar horas de reposo y evitar hacer sobresfuerzos físicos.