La ingesta frecuente de frutas es una de las mejores decisiones si se quiere conservar la salud de las arterias y los vasos sanguíneos y, de esta forma, mantener una buena circulación sanguínea, proceso vital para toda persona.
La circulación es el movimiento de la sangre por todo el cuerpo, transportando oxígeno, nutrientes y otras sustancias importantes que van desde el corazón hasta el resto de las células, tejidos y órganos, explica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Para tener una buena circulación es importante llevar una alimentación equilibrada, baja en grasas y rica en fibras y evitar el sedentarismo, así como el consumo de alcohol y de tabaco. Cuando no se tienen hábitos saludables, es posible que las arterias se taponen, impidiendo el normal flujo de la sangre, incidiendo en el normal funcionamiento del organismo.
Sandía para evitar coágulos
Una de las frutas a las que se le atribuyen propiedades benéficas para mejorar la circulación es a la sandía. La fundación estadounidense AARP asegura que al igual que los tomates, la sandía o melón de agua es rica en licopeno, un antioxidante que impulsa la circulación de la sangre de manera saludable. Este compuesto ayuda a que la sangre se mantenga libre de coágulos.
Esta fruta es fuente de minerales como el magnesio y el potasio y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tiene algunos usos medicinales, ya que su jugo es mineralizante y oxidante.
En torno a este tema, el portal Gastrolab de México asegura que la cáscara blanca de la sandía tiene propiedades que mantienen las arterias en buen estado, pues contiene citrulina, un compuesto que tiene la capacidad de relajar los vasos sanguíneos. Así que esta parte también se puede agregar, por ejemplo, a lo jugos para obtener sus beneficios.
En este sentido, el portal de salud Tua Saúde indica que la citrulina podría aumentar los niveles de óxido nítrico en el organismo, ayudando a que las arterias se expandan, con lo que se favorece la disminución de la presión de la sangre contra las mismas, evitando de esta forma la hipertensión.
Adicionalmente, al ser una fruta con alto nivel de antioxidantes ayuda a cuidar la salud de las arterias de los efectos que generan los radicales, un aporte más en pro de la buena circulación.
Más beneficios
La sandía es buena para la retención de líquidos. Esta fruta posee un gran contenido de agua y, según Tua Sáude, una rebanada aporta unos 280 gramos, por lo que ejerce un efecto diurético en el organismo, ayudando a deshinchar y a eliminar a través de la orina el exceso de líquidos del cuerpo. Además, aporta potasio, un mineral que favorece la eliminación de líquidos ayudando a desinflamar.
Un beneficio más del consumo regular de sandía es que ayuda a cuidar los riñones, gracias a que tiene propiedades protectoras contra las enfermedades renales y ayuda a mantener limpia la orina, gracias a su virtud diurética. A esto se suma que posee esteroides y alcanos como los principales constituyentes del extracto de pulpa, que podrían ser responsables por prevenir la formación de piedras en los mencionados órganos.
En este sentido también se puede decir que este alimento contribuye a equilibrar los ácidos que se producen en el cuerpo, aumentando el pH y disminuyendo el exceso de calcio en la orina, previniendo así que se formen los cálculos.
El portal Cuerpo Mente asegura que esta fruta posee propiedades depurativas y provoca una sensación de saciedad, lo que resulta útil en las dietas tendientes a bajar de peso.