Tener un cabello saludable e hidratado es el sueño de toda mujer; sin embargo, es un objetivo difícil de lograr cuando el pelo se ve expuesto a químicos, tintes, frecuente exposición al sol, mala higiene, entre otros factores. Además de esto, suele presentarse la caída de cabello, un problema que puede ser causado también por altos niveles de estrés.
Frente a este panorama, los dermatólogos suelen aconsejan el uso de ciertos productos, pero también incluir una alimentación más saludable como el consumo regular de frutas y verduras. De hecho, el portal web Cocina Vital de México, destaca las propiedades de la toronja, una fruta que hace parte de la familia de los cítricos, la cual contiene un 90% de agua. También es un alimento rico en vitaminas C, A, B, E y K, calcio, fósforo y potasio; nutrientes que hidratan y protegen la salud del cabello.
La mejor forma de utilizar esta fruta es por medio de su aceite esencial para promover el flujo sanguíneo del cuero cabelludo y fortalece los folículos pilosos, lo cual permitirá que el cabello crezca y luzca más saludable.
Según el portal web Panorama, para realizar este aceite solamente se necesitará la cáscara de una toronja o pomelo sin la parte blanca del interior. Enseguida, calentar la cáscara con al menos una taza de aceite de oliva a fuego lento hasta que la mezcla se torne naranja o amarilla. Lo ideal es aplicar este aceite en el cuero cabelludo, pero se debe tener precaución, ya que en algunos casos puede generar irritación.
Por otra parte, la toronja también ayuda a controlar los niveles altos de presión arterial, que es una afección frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para poder causar problemas de salud, como una enfermedad cardíaca, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Con ello, el portal especializado Healthline, señala que el jugo de toronja es una fuente importante de antioxidantes como vitamina C, betacarotenos, licopeno y flavonoides, los cuales reducen el riesgo de padecer afecciones cardíacas.
La toronja además ayuda a controlar la presión arterial al aumentar el colesterol bueno, esto según el estudio “Effects of grapefruit, grapefruit juice and water preloads on energy balance, weight loss, body composition, and cardiometabolic risk in free-living obese adults”, publicado en Nutrition and Metabolism, en el que se concluyó que el jugo de toronja antes de las comidas incrementa los niveles de colesterol bueno en la sangre.
Cabe señalar que el consumo de toronja todos los días puede traer efectos secundarios, pues de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, el jugo no permite que algunos fármacos cumplan su función.
Otras formas de controlar la presión arterial:
1. Bajar de peso: este es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial. Si la persona tiene sobrepeso u obesidad, bajar incluso una pequeña cantidad puede ser de gran utilidad.
2. Actividad física regular: el objetivo es realizar ejercicio moderado al menos 30 minutos cada día, cinco días a la semana. Si la presión arterial es alta, el ejercicio puede evitar que se transforme en hipertensión. Si la persona ya padece hipertensión, la actividad física regular puede reducir la presión arterial a niveles más seguros.
3. Dieta saludable: llevar una alimentación que contenga gran cantidad de cereales integrales, frutas, verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa y que reduzca las grasas saturadas y el colesterol puede disminuir la presión arterial.
4. Menos sodio: incluso una pequeña reducción de sodio en la alimentación puede mejorar la salud cardíaca y reducir la presión arterial. Para esto la recomendación es mirar las etiquetas y validar la cantidad de sodio de los alimentos que se compran, no agregar sal a las comidas que se preparan en casa e ir reduciendo la sal progresivamente mientras el paladar se acostumbra, hasta cocinar sin sal.
5. Limitar el alcohol: si se bebe alcohol con moderación, una bebida por día para las mujeres o dos para los hombres, la presión arterial puede reducirse potencialmente.