La diarrea es una afección común que en muchas ocasiones se presenta como consecuencia del consumo de alimentos contaminados, virus, parásitos e incluso la ingesta de algunos medicamentos, entre otras razones.
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos explica que este padecimiento se evidencia cuando hay evacuación intestinal de heces flojas y líquidas tres o más veces al día. La diarrea puede ser aguda, persistente o crónica.
La deshidratación y la malabsorción pueden ser algunas de las complicaciones que se presentan cuando una persona tienen esta molestia, aunque normalmente se trata de un malestar que dura un corto tiempo. “La diarrea que dura al menos cuatro semanas, puede ser un síntoma de una enfermedad crónica. Los síntomas de la diarrea crónica pueden ser continuos o aparecer y desaparecer”, explica la biblioteca médica MedlinePlus.
Granada para problemas intestinales
Para tratar la diarrea existen algunos productos naturales a los que se les atribuyen propiedades beneficiosas y uno de ellos es la granada. Un estudio realizado por la Universidad de Milán encontró beneficios antiparasitarios en este alimento, debido a sus vitaminas, minerales, ácidos fenólicos y antioxidantes.
Dado que una de las causas de las diarreas son los parásitos, este fruto se considera favorable para aliviar esta afección. Además, porque se le atribuyen propiedades antiinflamatorias en los intestinos, que ayudan a eliminar los síntomas ocasionados por estos padecimientos.
Según el portal de estilo de vida, unCOMO, esta fruta tiene un efecto astringente, por tanto, es un remedio natural recomendado para tratar alteraciones de la salud gastrointestinal como las heces blandas. Esta propiedad se encuentra principalmente en la cáscara y, por eso, se suele preparar una infusión con la misma para aprovechar mejor sus beneficios.
Fruta rica en antioxidantes
Esta fruta le ofrece diversos beneficios al organismo más allá de los digestivos e intestinales. Información del portal Medical News Today indica que contiene niveles muy altos de antioxidantes, los cuales pueden ayudar a eliminar los radicales libres, proteger a las células de daños y reducir la inflamación. Precisamente, uno de esos antioxidantes es la vitamina C. Una sola granada aporta más del 40 % del requerimiento diario de este nutriente.
Una bondad más es que ayudaría a detener el crecimiento de las células de cáncer de próstata, lo cual se ha establecido en algunas investigaciones, aunque se requiere de mayor análisis al respecto, indica la citada fuente.
De igual forma, se considera que los antioxidantes en el jugo y su alta concentración detienen el progreso de la enfermedad del Alzheimer y protegen la memoria. Al evitar la agresión de los radicales libres, se minimiza el riesgo a sufrir lesiones neurodegenerativa que ponen en peligro las neuronas.
A esto se suma que los flavonoles que aporta esta fruta pueden ayudar a bloquear la inflamación que contribuye a la osteoartritis y al daño de los cartílagos. Actualmente, se estudian los posibles efectos en la osteoporosis, artritis reumatoide y otros tipos de artritis e inflamación de las articulaciones.
Aliada del corazón
El jugo de granada resulta muy saludable para el corazón, debido a que protege las arterias. Hay evidencia científica que ha demostrado que esta bebida mejora el flujo sanguíneo y evita que las arterias se pongan rígidas y delgadas.
También puede reducir el crecimiento de la placa y la acumulación de colesterol en las arterias, pero es importante tener en cuenta que puede reaccionar negativamente con los medicamentos para la presión arterial y el colesterol como las estatinas, por lo que antes de realizar una ingesta regular se debe consultar con el especialista.
Por último, gracias a su riqueza en vitamina C, la granada ayuda a fortalecer el sistema inmune, a evitar enfermedades y contrarrestar las infecciones. Las granadas también han demostrado ser antibacterianas y antivirales en pruebas de laboratorio.