Existe una fruta que gracias a sus propiedades ayuda a combatir el hígado graso y elevar el colesterol bueno. Se trata de las uvas, dado a que contienen vitaminas C, E, B3, B1, B2, B9 y A.
Además, los expertos aseguran que las uvas poseen una gran fuente de vitamina K, así como potasio, fósforo, magnesio, calcio, sodio, hierro, zinc, yodo y selenio.
En el portal Cocina Vital destacan que, por cada 100 gramos de uva, 80 son agua. 15 carbohidratos, 1 proteína, 1 grasa y el resto es fibra.
Además, en el portal citado anteriormente afirman que las uvas contienen resveratrol, un polifenol que actúa como cardioprotector, vasodilatador y anticancerígeno.
Al contener resveratrol, este actúa como protector del hígado y favorece su buen funcionamiento.
También aseguran que las uvas contienen flavonoides que aumentan los niveles de colesterol bueno (HDL), ayudando a evitar que las arterias sean obstruidas.
“Todo esto reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares al inhibir la acumulación de plaquetas y al proteger el colesterol LBD para que no se oxide, dos procesos que pueden causar ataques cardíacos y apoplejía”, agregan en el portal Cocina Vital.
¿Qué pasa en el cuerpo si se consumen uvas en el desayuno?
El desayuno es considerado la comida más importante del día, no solo porque se consume después de un periodo de descanso durante la noche, sino porque precede a las horas del día en las que se adelantan diferentes actividades laborales o escolares, que representan a un gasto mayor de energía.
Es importante tener en cuenta que prácticamente una persona está en ayunas durante 10 o 12 horas, por lo que al iniciar el día es necesario obtener los nutrientes que aporta el desayuno.
Se trata de los hidratos de carbono que son transformados en glucosa, que es la fuente de energía que necesita el cuerpo para activarse.
Por eso cuando una persona no desayuna el cerebro no dispone de la glucosa necesaria y, por tanto, el cuerpo no funciona al 100 %, ya que según los especialistas esta parte del cuerpo consume alrededor del 25 % de toda la glucosa que tenemos en el cuerpo.
En este caso, si no se produce glucosa porque no consumimos esta primera comida del día, puede repercutir en la memoria, atención y rendimiento.
Entre los beneficios de desayunar se encuentran aspectos como que activa el metabolismo, previene el sobrepeso (especialmente de manera saludable para mantener un peso adecuado), disminuye la ansiedad, ayuda a aumentar el rendimiento, es beneficioso para ser más productivo, mejora el estado de ánimo y permite estar sano y sentirse bien consigo mismo.
Los nutricionistas recomiendan consumir, al menos 400 calorías, en esta primera comida del día, para lo cual debe ser equilibrada, entre los cuales se encuentran, de acuerdo con el portal de la Clínica Levante.
- Productos lácteos: Debe ser un solo producto lácteo como leche o yogur, ya que portan vitaminas, proteínas y calcio.
- Cereales: Panes, galletas, avena, entre otros, debido a que ofrecen carbohidratos y fibra.
- Fruta: Es importante incluir una fruta por su aporte de carbohidratos y vitaminas.
- Bebidas: Se puede incluir una bebida como café, infusiones o té.
- Otros: Pueden ser frutos secos, huevo o embutido como queso, jamón, pavo, etc.
Las uvas
Como mencionamos anteriormente, los expertos recomiendan consumir frutas en el desayuno como parte de una dieta saludable, entre ellas se encuentran las uvas, debido a que posee propiedades nutricionales como su alto contenido de agua, ya que se compone de un 80 % de este líquido.
Igualmente, contiene hidratos de carbono simples, que aunque no la hace una fruta ideal para personas que sufren de diabetes porque puede producir un aumento de glucosa en la sangre, se considera que buena en las mañanas porque provee de energía debido, además, a su contenido de glucosa que funciona como una buena fuente de energía.
Otras de las propiedades de las uvas, es que “puede aportar alrededor de 70 y hasta 110 calorías por cada 100 gramos, dependiendo de su color, siendo las oscuras las que más aportan energía”, según el portal Gastrolab.
“Esto las hace ideales para el desayuno, pues es una hora en la que nuestro organismo requiere de un impulso para realizar todas las funciones”, señaló.