Comer frutos rojos aporta diferentes nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, por lo que es muy beneficioso su consumo diario. Estos brindan abundante agua, una alta cantidad de fibra y diferentes vitaminas y minerales.

De hecho, una investigación publicada en la revista Circulation, de la American Heart Association, asegura que comer tres o más porciones de arándanos y fresas a la semana puede ayudar a las mujeres a reducir su riesgo de sufrir un ataque al corazón hasta en un tercio.

Los arándanos y las fresas contienen altos niveles de compuestos naturales llamados flavonoides dietéticos, que también se encuentran en las uvas y el vino, las moras, las berenjenas y otras frutas y verduras.

Según el estudio, una subclase de los flavonoides, llamados antocianinas, podría ayudar a dilatar las arterias, frente a la acumulación de placa, y proporcionar otros beneficios cardiovasculares.

Ahora bien, el consumo de fresas, en concreto también tiene un efecto alcalinizante, lo cual facilita la eliminación de sustancias de desecho como el ácido úrico, el cual causa inflamación en las articulaciones y en el riñón. En ese mismo sentido, su ingesta es recomendable en casos de artritismo y de gota, según el portal Mejor con Salud.

Su ingesta es recomendable en casos de artritismo y de gota. | Foto: Getty Images

Otros beneficios de las fresas para la salud

Son hidratantes

  • Por su alta composición de agua, alrededor del 92 %, las fresas son uno de los alimentos con mayor poder hidratante para el organismo.
  • Además, es una de las mejores opciones para los deportistas, dado que contienen minerales esenciales que favorecen el equilibrio de los electrolitos del cuerpo.

Combaten el estreñimiento

  • Las fresas contienen cantidades importantes de fibra dietética que, combinada con el agua, ayuda a mejorar el movimiento intestinal para facilitar la expulsión de las heces.
  • Estos compuestos lubrican los desechos y facilitan su paso a través del tubo digestivo.
Las fresas contienen cantidades importantes de fibra dietética que, combinada con el agua, ayuda a mejorar el movimiento intestinal para facilitar la expulsión de las heces. | Foto: Copyright Dazeley

Previenen las enfermedades cardiovasculares

  • Las fresas contienen un tipo de antioxidante que consigue disminuir el nivel de inflamación de los tejidos y, de paso, baja los niveles de colesterol y triglicéridos.
  • Incluso, su consumo dos o tres veces a la semana puede disminuir las probabilidades de padecer infartos del miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Su consumo dos o tres veces a la semana puede disminuir las probabilidades de padecer infartos del miocardio y accidentes cerebrovasculares. | Foto: Getty Images

Protegen la salud visual

  • Este alimento contiene altos niveles de pigmentos como la luteína y la zeaxantina, dos carotenos que contribuyen a proteger la salud visual.
  • Estos antioxidantes, sumados a la vitamina C, crean un filtro contra los rayos UVA del sol y las toxinas. Así, disminuyen las probabilidades de desarrollar cataratas o degeneración macular.

Las fresas son una aspirina natural

  • Se ha comprobado la presencia de ácido salicílico en estas frutas, el mismo componente de las aspirinas pero natural, que tiene una acción antiinflamatoria y ayuda a mejorar afecciones como el reumatismo y la artritis, según el portal de salud, Cuerpo y Mente.

Ayudan a perder peso

  • Las fresas son una buena merienda para perder peso o mantenerlo. Son dulces, por lo que pueden ser un buen reemplazo de gallegas o dulces para satisfacer a los golosos, también después de la comida o la cena. Cada fresa suele equivaler a cuatro calorías.
  • Además, la gran cantidad de fibra ayuda a retrasar la digestión y regula los niveles de azúcar en la sangre.