La maracuyá es uno de los vegetales exóticos para la vista y el paladar. Su sabor característico es ácido y refrescante, haciéndola perfecta para introducirla en diferentes recetas culinarias. Sin embargo, tiene beneficios para las personas con diabetes o para quienes deseen reducir los efectos del envejecimiento.

La fruta proviene de la planta Passiflora edulis, propia de Sudamérica y Centroamérica; específicamente, se considera nativa de Nicaragua, República Dominicana, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y del norte de Argentina. Pertenece al género Passiflora y su fruto comestible, de color amarillo, anaranjado o morado, es la maracuyá , parchita o calala del tupí mara kuya (“fruto que se utiliza” o “alimento en la calabaza”).

Cultivo de maracuyá. | Foto: Semana

Es conocida con distintos nombres en el continente americano y los países hispanohablantes, según el país. Por ejemplo: en Uruguay, Paraguay y norte de Argentina es llamada mburucuyá (en guaraní: mburukuja), en Puerto Rico se le llama parcha, en Venezuela parchita y en República Dominicana chinola.

El estudio El efecto de la harina de la cáscara de la maracuyá amarilla en el control glucémico de personas con diabetes mellitus tipo 2: un ensayo clínico aleatorizado explica que la maracuyá es un fruto con gran aporte de vitamina C, potasio y calcio, sumado a que cuenta con una concentración en antioxidantes. Estos compuestos están relacionados con la prevención de las patologías crónicas, pero también del envejecimiento. Asegurando una ingesta adecuada de este tipo de sustancias se previenen los signos de la vejez prematura y retrasar la degeneración de los tejidos,

No solo se experimentan efectos positivos a nivel externo gracias al consumo de maracuyá, sino que también el funcionamiento de los órganos se verá beneficiado. La recomendación es incluirla en la dieta diaria, dado que el cuerpo lo agradecerá.

El consumo de maracuyá reduce los efectos del envejecimiento. | Foto: Getty Images

Además de los antioxidantes ya mencionadas, la fruta también tiene alto contenido en vitaminas A y C. Ambas presentan una función determinante dentro del sistema inmune del organismo. Su ingesta en las cantidades adecuadas garantiza una menor incidencia de las patologías de tipo infeccioso, como las respiratorias ocasionadas por virus.

Por otro lado y con base al estudio publicado en la revista digital Current Diabetes Reviews, titulado Fullerenos como antioxidantes antienvejecimiento , se ha demostrado que los efectos de la ingesta regular de maracuyá es positiva.

La fruta es un complemento adecuado para las dietas de las personas con diabetes, debido a que mejora el manejo de la patología y reduce las complicaciones. Los efectos son todavía mayores si se combina con canela.

Cabe destacar que la adición de la fruta no generará un impacto significativo a nivel calórico o de macronutrientes, por el hecho que la mayor parte del alimento es agua. Cuenta con una pequeña porción de azúcares simples, pero no en proporciones superiores al de otro tipo de frutas de uso habitual. Por lo tanto se considera un producto saludable apto para incluir en cualquier dieta.

Como se ha comprobado, la maracuyá es una fruta beneficiosa y recomendada para incluir en cualquier dieta. Cuenta con antioxidantes y vitaminas capaces de retrasar el envejecimiento. A estas hay que sumarle sus efectos beneficiosos sobre las glucemias.

La maracuyá se puede consumir en varias presentaciones. Entre estas, la más común es como jugo. | Foto: Pedro Limarí, Pampa Concordia

Es un potente antioxidante, por lo que ayuda a prevenir los efectos del envejecimiento en el organismo, contribuyendo a una mejor salud general y actuando también de forma preventiva contra enfermedades degenerativas. Su alto contenido en minerales y vitaminas fortalece el sistema inmunológico.

Las principales ventajas de la maracuyá frente a otras frutas tropicales es su facilidad a la hora de incluirla en múltiples preparaciones culinarias. Es posible introducir la pulpa de su fruto como ingrediente en recetas tanto dulces como saladas. Así se consigue incrementar el aporte en antioxidantes de las preparaciones, otorgándoles un poder anti aging beneficioso a medio plazo.