Al proceso de descomponer los alimentos en sustancias que el cuerpo usa como energía y que requiere para el desarrollo de diversas funciones se le denomina digestión.
Mediante este proceso, el sistema digestivo se encarga de “dividir los nutrientes en partes lo suficientemente pequeñas como para que el cuerpo las absorba y las use para generar energía, crecimiento y reparación celular”, precisa el el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos.
El tiempo de digestión varía entre los individuos y entre hombres y mujeres. Después de comer, los alimentos tardan aproximadamente de seis a ocho horas en pasar por el estómago y el intestino delgado.
Para que este proceso sea eficiente es importante la alimentación. La inclusión de frutas y verduras en la dieta diaria ayuda a que las personas tengan una mejor digestión, evitando problemas como el estreñimiento o las inflamaciones estomacales. Entre estas se encuentra la piña, que es una de las frutas más recurrentes en los hogares colombianos, ya que tiene un aroma agradable, es fácil de digerir y su exquisito sabor la hace ideal para acompañar cualquier plato, sea frío o caliente.
Esta fruta contiene una enzima, la bromelina, que se halla en el tallo y en el fruto, la cual facilita la digestión. En concreto, tiene la virtud de fragmentar las proteínas y convertirlas en aminoácidos, lo que favorece el proceso, según el portal especializado en salud, Cuerpo y Mente.
También tiene un importante contenido de fibra, que actúa como una esponja en los intestinos, por lo que facilita el tránsito intestinal y ayuda a mejorar las condiciones generadas por el estreñimiento, según indica Mejor con Salud.
“Al aumentar la salud intestinal, la fibra insoluble también puede optimizar el estado de la piel, ya que ayuda a eliminar los desechos del cuerpo”, precisa la citada fuente.
Adicionalmente, la piña es una fruta con una cantidad considerable de agua, lo que la convierte en un alimento diurético, de acuerdo información compartida por el International Journal of Nutrition and Food Sciences.
Tiene, de igual manera, propiedades antiinflamatorias. Las piñas frescas aportan bromelina que ayuda a la digestión, pero también sirve para desinflamar. La piña ayuda a reducir problemas inflamatorios como la sinusitis aguda, el dolor de garganta, la artritis y la gota.
También genera saciedad por su contenido de fibra, por lo que se recomienda consumir si se está en una dieta o si simplemente se tiene hambre.
Tiene, igualmente, bajo contenido calórico. Debido a su alto contenido de agua, el aporte calórico de la piña es bajo. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una porción de piña picada aporta 60 calorías.
Aparte de la piña hay otras frutas que pueden ayudar en el proceso de la digestión como las manzanas, los bananos, las ciruelas, la papaya y la pera. Otra fruta que puede ayudar en el proceso digestivo es el kiwi. Está tiene un alto contenido de vitamina C que puede duplicar la cantidad de vitamina C que contiene una naranja. Consumir kiwi de manera regular produce efectos beneficiosos en la función gastrointestinal, mejorando la digestión y evitando el estreñimiento.
Seis hábitos para mejorar el sistema digestivo en adultos
Es importante tener buenos hábitos para proteger el sistema digestivo y prevenir enfermedades Por esta razón, el portal web Dos Farma da a conocer consejos específicos para garantizar una buena digestión:
De vez en cuando, la ansiedad y las ganas de comer hace la persona no sea consciente de la cantidad de alimentos que ingiere en un corto tiempo. Por ello, lo más recomendable es comer despacio y masticar muchas veces el alimento para facilitar el proceso digestivo.
La alimentación debe ser variada, incluyendo una gran cantidad de vegetales y frutas. Asimismo, es importante consumir las cantidades indicadas dependiendo de la edad y de la actividad física que se realiza a diario.
Consumir diariamente agua es esencial para mantener un sistema digestivo saludable. Como tal, el agua, junto con las fibras contenidas en los alimentos vegetales, favorecen el tránsito intestinal y la eliminación de los desechos sólidos.
Es importante evitar el consumo de alimentos que irriten el aparato digestivo como las comidas picantes, el alcohol o el tabaco.
Para la mayoría de enfermedades, siempre es recomendable hacer ejercicio para mantener una buena condición física. De hecho, caminar ayuda a favorecer la movilidad intestinal y el movimiento del producto de la digestión, facilitando su eliminación.
Antes de manipular algún alimento o consumirlo, es importante lavarse las manos correctamente para evitar enfermedades del estómago por bacterias. Unas manos contaminadas pueden llegar a tener 4.700 tipos de diferentes gérmenes.