Las varices son un problema de salud ocasionado como resultado de afecciones en el sistema circulatorio, las cuales generan dolor y malestar general. Adicionalmente, esta inflamación en las venas puede generar un problema estético ya que las mismas tienden a oscurecerse y ponerse más gruesas.
La insuficiencia venosa puede transformarse en incomodidad y requiere ser tratada para evitar problemas futuros. Una receta maravillosa para acabar con las varices, sin recurrir a tratamientos demasiado costosos tiene como ingrediente principal el tomate.
Las personas pueden efectuar este tratamiento de dos maneras distintas, pero el tomate es indispensable para ambas. El secreto está en este fruto, verde o maduro, que ayudará a combatir las varices.
El tomate verde elimina las varices
Para esta receta debe:
1. Cortar un tomate verde en rodajas.
2. Lavar bien el tomate y colocarlo sobre las varices.
3. Luego debe dejar actuar durante algunos minutos hasta sentir un hormigueo en la piel.
4. Si la persona llega a sentir dolor o ardor, debe retirar el tomate y lavar la pierna con agua fría.
5. El tratamiento debe ser hecho diariamente, durante cinco días.
En pocos días notará los resultados y se sentirá mejor.
Los tomates actúan como un anticoagulante
Al consumir la pulpa del tomate puede sentir un ligero escozor. Esta zona del fruto es ácida, en especial, las semillas, es ahí donde el tomate contiene sus mejores propiedades para tratar el problema de las venas varicosas.
Investigadores del Instituto de Investigación Rowett, en Escocia, descubrieron los beneficios de los tomates para combatir la formación de coágulos, ese problema tan común en personas con problemas vasculares.
Las semillas de los tomates y la pulpa de su alrededor contienen una sustancia que actúa como potente antiagregante plaquetario.
Si las personas consumen cuatro tomates diarios, según este estudio, pueden evitar la formación de coágulos hasta un 72 %, mejorando a su vez, el retorno venoso.
Sin embargo, cabe aclarar que esto es sólo un tratamiento paliativo y que nunca va a resolver el problema de las venas varicosas en su totalidad.
Propiedades del tomate para curar las varices
Si busca una de las mejores opciones naturales para este problema, es recomendable consumir tomate en todas sus presentaciones, pues las propiedades de este fruto para las varices son varias gracias a su composición. Así, el tomate es una de las mejores hortalizas para curar las varices ya que dichos beneficios sirven para atacar diversos frentes de este problema como la inflamación de las venas, además de tener propiedades calmantes y anticoagulantes y ayudar a fortalecer los vasos sanguíneos. El secreto está en varios de los componentes del tomate, por ejemplo:
- Licopeno: el tomate es rico en licopeno, que es un antioxidante natural que tiene la particularidad de reducir la inflamación y, en este caso, lo hará con la de las venas.
- Flavonoides: su gran aporte de flavonoides permite fortalecer los vasos sanguíneos.
- PH: el tomate es una hortaliza que se caracteriza por tener un pH (cantidad de iones de hidronio) de entre 4,2 y 4,9. Este pH hace que se considere que el tomate tiene un alto grado de acidez, que es beneficioso para tratar las varices porque dificulta la coagulación de la sangre. Una propiedad que se mantiene aunque se tome en jugo o también procesado.
Otras recetas del tomate para curar las varices
Como se mencionó con anterioridad, otras formas de tomar el tomate también efectivas para tratar este problema en los vasos sanguíneos. La persona puede elegir si prefiere comerlo crudo en ensaladas o bien, cocinado como guarnición o salsas.
Tomate crudo para tratar las varices
Comer tomate es otra de las alternativas para tratar las varices. Una de las mejores formas es consumirlo en ensalada. A continuación, se mencionan dos opciones rápidas y sencillas.
- Ensalada griega: este plato tiene como base el tomate natural. Además, es un plato muy ligero y refrescante, aparte de ser fácil de preparar. Solo tiene que lavar, cortar y trocear el tomate y añadir queso fresco, mozzarella o feta y aliñar con una vinagreta.
- Ensalada de tomate y albahaca: esta receta es una de las más rápidas y fáciles de preparar. Debe cortar el tomate en rodajas, añadir un poco de albahaca, sal a gusto, una pizca de pimienta recién molida y vinagreta.