La fruta debe ser un alimento que se consume a diario, este alimento se puede incorporar en la dieta de los menores de edad, desde los seis meses de vida, cuando empieza la alimentación que complementa la leche materna o de fórmula. El profesional idóneo para indicarle a la madre la manera adecuada de involucrar este tipo de alimentos en la dieta del bebé es el pediatra.
La idea es que los niños de más edad, al igual que los adultos, consuman como mínimo tres porciones de fruta, intercalándolas con verduras y que estén presentes en el desayuno y en las dos meriendas del día (mañana y tarde). Por su parte, las verduras y hortalizas deben estar presentes en el almuerzo y la cena.
Las frutas tienen grandes cantidades de vitaminas, nutrientes y antioxidantes, la idea es variar su consumo para poder aprovechar al máximo las propiedades nutricionales de la mayoría.
Los profesionales actualizados en temas de nutrición recomiendan ingerir este tipo de producto en su estado natural, ya que cuando una fruta se licua o procesa se le quita toda su fibra, dejando únicamente la fructosa que, pese a que es de origen natural, en grandes cantidades puede ser perjudicial para la salud; y más aún cuando se le añade azúcar orgánica.
Colesterol
El colesterol es una sustancia presente en las células de todo el cuerpo y es vital para producir hormonas y vitamina D, el mismo organismo se encarga de producir las cantidades necesarias para dichos procesos; sin embargo, cuando un paciente abusa del consumo de grasas y alimentos ultraprocesados los niveles de este lípido se disparan.
Cuando los niveles de colesterol se elevan, el cuerpo no puede hacer uso de toda esa cantidad, razón por la que la grasa se empieza a adherir a las paredes de las arterias, impidiendo que el oxígeno y la sangre llegue con normalidad a otras partes del cuerpo u órganos. Esto puede generar un infarto o un ataque cerebrovascular.
Diabetes
Cuando un paciente tiene los niveles de azúcar o glucosa en la sangre, por lo general es una persona diagnosticada con diabetes. Esta enfermedad es catalogada como crónica por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un paciente obeso o con sobrepeso es más propenso a ser diagnosticado con esta patología, al igual que una persona sedentaria.
Por su parte, la Biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, confirma que la diabetes tipo 2 es la más diagnosticada y esto se debe al estilo de vida que lleve una persona o también por factores genéticos.
Las frutas son tan indispensables que pueden ayudar a prevenir los padecimientos antes mencionados, según un estudio que se llevó a cabo en Global Burden of Disease Study (GBD) entre los tres principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes está la deficiencia en el consumo de frutas.
Saber Vivir en su sección de salud y cuidado personal menciona que la fresa es la fruta ideal para prevenir la diabetes, el colesterol elevado y la inflamación que se genera en ciertas zonas del cuerpo, producto de diversos padecimientos o del envejecimiento.
La recomendación es ingerir como mínimo una taza de fresas al día. Cabe mencionar que cuando un paciente ya ha sido diagnosticado con las enfermedades antes mencionada puede consumir fresas a manera de contribuir a la mejora de los síntomas; sin embargo, es importante aclarar que su ingesta no reemplaza las recomendaciones médicas, ni los medicamentos formulados para dichos padecimientos; a su vez es pertinente incluir en la dieta otros alimentos necesarios para promover la buena salud del cuerpo en general y realizar actividad física.